Usted es un seguidor de las novelas y películas de Harry Potter, por lo que quiere expresar lo que este mundo mágico significa en su vida desarrollando una página web en la que ayuda a fanáticos como usted a comprender un poco más de la historia y los personajes. Mejor aún… usted cree que no hay mejor tributo que ensayar finales alternativos, adherir nuevos personajes y todo ello en nombre de su verdadera pasión por los aprendices de magos de Hogwarts.

Las fan fiction works son obras derivadas realizadas por fanáticos o seguidores de las obras originarias. Estas obras pueden ser de dos tipos: (i) referential fan fiction work, esto es, aquella en la que los fanáticos únicamente compilan información o presentan la información ya existente de una nueva manera sin modificar nada de la obra originaria; y, (ii) participatory fan fiction work, esto es, la obra en la que el fanático emprende un trabajo de creación directa referida a la propia obra (por ejemplo, crearle un desenlace alternativo a una obra preexistente).

¿Cuál es el problema? Bueno… la interpretación que los fanáticos o seguidores pueden tener de una obra no necesariamente es la lectura que sus autores tienen y quieren que todos tengamos. Quizás usted entiende que Albus Dumbledore vivió enamorado de la profesora McGonagall aunque para la autora el profesor Dumbledore sea gay. En cualquier caso, más allá de lo que los autores sientan y crean, una vez que una obra llega a su destinatario (nosotros), el autor pierde el control respecto de las interpretaciones posibles de la obra. El autor controla su obra, sí, pero no controla la mente de los lectores, espectadores y seguidores en general. Y ciertamente no es una infracción a la propiedad intelectual tener una lectura distinta de las cosas.

Sin embargo, cuando uno expresa esta creatividad personal en obras derivadas (por ejemplo, nuevas historias con otros desenlaces pero empleando los personajes originales), uno debería contar con la autorización del autor de la obra original (y los personajes mismos pueden ser protegidos por las leyes de derechos de autor). No hacerlo importa una infracción. Para decirlo de forma más directa, usted no puede publicar un libro con un final alternativo para la novela Harry Potter and the Deathly Hallows por más que su intención sea hacer un homenaje. No sin la autorización de la autora, al menos.

Las leyes de derechos de autor han ignorado este fenómeno. Sin embargo, creo que es justo y necesario que se reconozca una limitación nueva para los casos de creatividad secundaria con fines no lucrativos cuando pueda inferirse la calidad de obra de fanático de la estructura de la obra derivada. El tema es complejo y puede debatirse sobre la extensión eficiente de una nueva limitación en el sentido que propongo… (para no vulnerar la archiconocida regla de los tres pasos). Pero creo que es mejor abordar la cuestión y no mantener esa constante espada de Damocles que pesa sobre quienes solo quieren expresar su legítimo cariño hacia una obra. El autor controlará su obra… pero nunca controlará nuestras mentes, almas y corazones.

3 COMENTARIOS

  1. Estimado Dr.
    ¿Y cuándo no se decide crear «finales alternativos» o «historias paralelas», sino crear tu propia historia, con personajes y tramas nuevas pero con una historia central o formato muy parecido al de historias ya realizadas? Por ejemplo, hacer versiones «peruanas» de series o películas rodadas en USA ¿eso violaría derechos de autor? Gracias

  2. El fenómeno de los fan fiction/art no es tan dañina para los creadores de obras protegidas por DDAA. Los fanáticos «crean» trabajos que son públicamente reconocidos como versiones no oficiales de una obra y que no reemplazan a la original.
    Incluso podrían generar beneficios a los autores con el hecho de lanzar espacios muy populares (en su mayoría webs o blogs) que podrían entretener y mantener enganchados a los fanáticos durante la espera de versiones oficiales.
    En vista que de las creaciones de los fanáticos no le quitan ventas al trabajo original, dichas creaciones son, a menudo, estimadas como publicidad gratuita y una forma de popularizar la obra original sin mayores costos o esfuerzo.
    Un problema que debe tomarse en cuenta es el costo de litigar con tus propios fanáticos, pues ello puede producir una reacción adversa y, por tanto, en la popularidad de la obra (debido al fenómeno de la censura por parte de los consumidores). ¿Habrá alguna persona que desee demandar a sus fanáticos cuando estos últimos no están obteniendo ganancia alguna?
    La gran mayoría de los fanáticos creadores no obtienen réditos por la venta de sus «creaciones». Aunque algunas páginas web alojan publicidad para sufragar los costos de mantenimiento, es poco común que los fanáticos creadores comercialicen sus creaciones.
    También es práctica entre los fanáticos creadores proclamar que su trabajo no es oficial y que no tiene relación alguna con la original.
    Finalmente, acceden a pedidos no poco comunes de los creadores de las obras originales a eliminar contenido protegido por DDAA.
    En pocas palabras, existe un balance entre el comportamiento de los fanáticos creadores, quienes intentan no comprometer las ganancias de los autores y la actitud de estos últimos quienes, muchas veces, toleran conductas de sus fanáticos que conllevan infracciones contra los DDAA.
    Por obvias razones, cuando un fanático creador rompe este equilibrio, empiezan a aparecer los problemas. Recordemos el caso del Harry Potter Lexicon, que era una página web lanzada por fanáticos de la famosa obra de Rowling. Esta autora toleró la existencia de tal página web sólo hasta el momento en que el fanático creador, quien resultaba ser el mismo administrador de la fan website, anunció la publicación y comercialización de la Enciclopedia de Harry Potter.

  3. Estimado Roberto. El caso que planteas dificilmente podría ser entendido como infracción. En buena cuenta, estas tomando la idea de la película extranjera y estarías haciendo la tuya desarrollando la misma idea. Las ideas no se protegen. El tema de la protección de los formatos me daría para una discusión mucho más extendida… pero para el caso que planteas, si solo te inspiras en la trama pero no tomas personajes o haces una copia de fragmentos de la película… te defenderías bajo la distinción idea/obra que ya comenté.

    Estimado César: estamos de acuerdo en que no es tan dañina y que de hecho puede ayudar a los autores. Pero en nada elimina el problema de fondo… una lectura literal de las normativas puede meter en problemas a los fanáticos.

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