Por Chronis Lalas, BA en Economía por la Universidad de Macedonia y especialista en Economía del Comportamiento. Traducción del inglés al español por Daniela Rizo-Patrón, practicante pre-profesional del Bullard Falla Ezcurra +.

– ¿Por qué necesitamos Leyes?

– Necesitamos Leyes para asegurar que los ciudadanos sean tratados de manera equitativa y justa.

Al menos, esa podría ser una posible respuesta corta y franca a la pregunta. Pero, ¿qué define lo que es justo o aquello que se consideran acciones moralmente correctas?

Si le preguntaras a varias personas, cada una daría una respuesta diferente respecto a qué es la justicia y la igualdad, especialmente cuando tomamos en consideración factores impredecibles, complejos y fuerzas externas tales como su forma de ser, la sociedad en la que viven o su religión.

La respuesta a la pregunta planteada inicialmente podría venir de una ciencia próxima pero prometedora que ha cambiado las suposiciones básicas de la Economía convencional sobre cómo los humanos racionales se comportan cuando se encuentran ante la Toma de Decisiones. Esta ciencia se llama Economía Conductual.

El Experimento del Juego de Ultimátum

La Teoría de Juegos Conductual es una teoría que se basa en experimentos sobre cómo las personas reaccionan en diferentes situaciones con respecto a sentimientos como justicia y reciprocidad.

Examinemos uno de los experimentos más famosos de la Teoría de Juegos.

En pocas palabras, hay 2 jugadores en este juego. El primero, “el asignador”, tiene una suma de dinero (digamos que tiene $10) y debe ofrecerle algo de su dinero (más que $0) al segundo jugador, “el receptor”.

Ahora, el receptor debe tomar la decisión de aceptar o rechazar aquella oferta. Las reglas son simples, si se acepta la oferta, ambos jugadores toman el dinero que ganaron del juego; de lo contrario, ambos lo pierden.

Si nos basamos en la teoría económica convencional, sería racional que el receptor acepte cualquier oferta porque la ganancia siempre sería mayor que aquello que obtendría con el rechazo de la oferta. Asimismo, también sería lógico que el asignador le ofrezca la menor cantidad de dinero posible al otro jugador (por ejemplo, $1).

Sorprendentemente (o no), basándonos en numerosos experimentos, normalmente ninguno de los jugadores se comporta de ese modo.

Por lo tanto, una de las suposiciones básicas de la economía estándar, homo economicus (las personas son totalmente racionales y actúan solamente sobre su interés propio), es contravenida por este juego.

Esto probablemente ocurre debido a 3 razones:

  1. De acuerdo con Herbert Gintis (2006), el asignador tiene miedo al rechazo (de su oferta), lo cual lo hace más auto-protector y menos buscador de beneficios.
  2. Las personas prefieren justicia y se resisten a la desigualdad. Están dispuestas a renunciar a un beneficio para impedir que otra persona reciba una recompensa mayor. Como dice Ernst Fehr y Klaus M. Schmidt (1999), este fenómeno se llama Aversión de Injusticia.
  3. Según Herbert Gintis (2009), los seres humanos son cooperativos por naturaleza y tienden a ser cooperativos altruistas en este juego, siempre y cuando el otro jugador actúe de manera altruista.

Estos hallazgos están directamente relacionados con otro término de la Economía Conductual, Reciprocidad. Según Ernst Fehr y Simon Gächter (2000):

“Reciprocidad significa que, en respuesta a acciones amables, las personas suelen ser más simpáticas y mucho más cooperativas de lo predicho por el modelo de interés propio; en cambio, en respuesta a acciones hostiles, normalmente son mucho más desagradables e incluso brutales.” 

Conclusión

¿Acaso aquellos instintos cooperativos de los humanos vencen a los otros instintos básicos como el interés propio o sentimientos como la ira?

Ahora, imagine un mundo guiado solo por el (parcialmente) defectuoso comportamiento humano, el cual cambia de acuerdo al interés propio de cada persona. Probablemente sería un caos.

Para eso existen las Leyes; para ayudar a las personas a desviarse de sus corazonadas, las cuales están basadas en sus propios intereses personales, mientras que incentivan una naturaleza humana más altruista relacionada a la justicia e igualdad.

En síntesis, la irracionalidad no es algo malo. Depende totalmente de cómo nos comportamos en determinadas situaciones en base a nuestros motivos individuales y sociales.

¿Las Leyes están cumpliendo finalmente su propósito?

¿Qué piensas tú?

Referencias

  • ANDREW T. STEPHEN AND MICHEL TUAN PHAM: On Feelings as a Heuristic for Making Offers in Ultimatum Negotiations. Columbia University

[Online] Available from:

http://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=1131083

  • DANIEL KAHNEMAN, JACK L. KNETSCH AND RICHARD H. THALER (1986): Fairness and the Assumptions of Economics. The Journal of Business. University of Chicago

[Online] Available from:

http://www.anderson.ucla.edu/faculty/keith.chen/negot.%20papers/KahnKnetThal_FairEcon86.pdf

HERBERT GINTIS (2006): Behavioral Game Theory and Sociology.
[Online] Available from:

http://www.umass.edu/preferen/gintis/behavi~1.pdf

  • ERNST FEHR AND KLAUS M. SCHMIDT (1999): A Theory of Fairness, Competition, and Cooperation. The Quarterly Journal of Economics. The MIT Press.

[Online] Available from:

http://pareto.uab.es/prey/Fehr&Schmidt1999.pdf

  • HERBERT GINTIS (2009): The Bounds of Reason Game Theory and the Unification of the Behavioral Sciences. Princeton University Press.

[Online] Available from:

https://www.researchgate.net/publication/224596915_The_Bounds_of_Reason_Game_Theory_and_the_Unification_of_the_Behavioral_Sciences

  • ERNST FEHR AND SIMON GÄCHTER (2000): Fairness and retaliation: The economics of reciprocity. Journal of Economic Perspectives.

[Online] Available from:

http://www.econ.uzh.ch/dam/jcr:ffffffff-9758-127f-ffff-ffffa51642e9/2000FehrGaechterFairnessRetaliation.pdf

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