Por Daniela Tramontana, miembro de Khuska, la comisión de Desarrollo Social de Themis.

El pasado 03 de junio, Khuska en colaboración con la Municipalidad de Tarma, la Caja Huancayo y el Estudio Rodrigo Elías & Medrano, realizó un Taller llamado “Mujeres Empoderadas” el cual estaba dirigido a liderezas de la región Junín. Los temas que se dictaron fueron violencia familiar, derechos laborales y la participación de la mujer en la política. A pesar de que cada tema era de interés en general, el que ocasionó mayor impacto entre las asistentes fueron las crecientes desigualdades que sufren las mujeres en los cargos políticos que ocupan. Es por este motivo que el presente artículo nos dará una visión en general de la posición que ocupa la mujer respecto a la política, posteriormente comentaremos la experiencia vivida durante el Taller dictado. A lo largo de los años, se han ido reconociendo, progresivamente, diversos derechos para la mujer.

Así, vemos que en el Perú, hasta 1982, no se había reconocido la inequidad de género existente en el país como un problema fundamental de nuestra sociedad. Esto cambió cuando el Perú decide ratificar la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer. Este mismo año, se incorpora el Derecho a voto tanto para mujeres analfabetas como aquellas que tengan algún grado de instrucción.

Sin embargo, a pesar de estos avances en torno a la desigualdad de oportunidades entre varones y mujeres, hoy en día todavía se presentan desventajas frente a la posición de las mujeres en torno a la participación política. Según encuestas del Instituto Nacional de Estadística e Informática, actualmente, solo el 26,3% de mujeres ocupan cargos como ministras. Así mismo, en los gobiernos locales, el 97.2% de los alcaldes son varones.

Estas cifras generan una serie de preguntas como: ¿El sexo puede determinar el intelecto de las personas? ¿Todavía nos encontramos inmersos en una sociedad machista? ¿La mujer acaso tiene miedo de no poder acceder a un cargo político debido a sus condiciones físicas? Estas interrogantes nos llevan a responder una más grande aún: ¿El Estado como garante de los derechos de las personas, en este caso del bien jurídico igualdad y no discriminación, ha empleado algún mecanismo para que se dé la efectiva participación de la mujer en la política?

El Estado evidentemente ha tratado de emplear distintas medidas para que la discriminación frente a la mujer disminuya. Sin embargo, en cuanto a la implementación de medidas para incrementar la participación de la mujer en la política, no han sido eficientes y no han otorgado mecanismos de solución suficientemente satisfactorios. Por ejemplo, en el Art° 116, se eleva la cuota de participación de mujeres en el Congreso al 30%. No obstante, consideramos que esta Ley busca solamente que se cree un «formalismo» ya que a pesar de que esta Ley ha sido aprobada y reglamentada, no ha reducido las estadísticas antes presentadas. De tal manera que según el INEI, en el 2016, solo se llegó a cubrir 26% de la cuota de género en el Congreso.

Otro mecanismo utilizado fue el Proyecto de Ley 1903-2012 (CR), Ley contra el Acoso Político hacia las Mujeres; el cual tenía como disposición principal que diversas instituciones como la RENIEC, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, el Ministerio de Justicia, entre otras, garanticen el acceso a la participación de la mujer en la política. Este Proyecto de Ley no fue aprobado por el Congreso debido a problemas políticos entre distintas bancadas.

Es así, que actualmente en distintas regiones como en la provincia de Junín, se presentan muchos casos de mujeres que sufren discriminación en los cargos políticos que se encuentran. Muchas liderezas que participaron en el Taller, manifestaron que recibían remuneraciones más bajas de la que reciben varones que se encuentran en los mismos puestos; así mismo, presentaron violencia psicología y física o acoso sexual ya sea en privado o en público. Una anécdota lamentable fue aquella que sufrió una dirigente huancaína cuando uno de sus compañeros políticos la ofendió en presencia de niños mientras que realizaban una capacitación escolar, refiriéndose a ella como «inútil e ignorante».

Como hemos visto, a pesar de los mecanismos utilizados por el Estado, la mujer todavía se encuentra en desventaja frente a las oportunidades que pretende alcanzar sobre todo en la política. Entonces ¿Cómo podemos fomentar que se dejen a un lado las desigualdades y la mujer pueda realmente servir a nuestro país en un cargo político? Creemos firmemente que la educación es aquel camino que puede ayudarnos a resolver esta interrogante. Está básicamente no sólo debe iniciar en la escuela sino que es importante que en el hogar se ponga en posición de igualdad las tareas que realizan los miembros de la familia. Sustentamos está opinión ya que durante el Taller, muchas mujeres manifestaban que desde que eran pequeñas habían sido tratadas de forma diferente frente a integrantes masculinos de su misma familia. De tal manera, que a lo largo de sus vidas se fueron generando traumas que poco a poco desestabilizaban sus personalidades ya que pensaban: “No puedo hacerlo porque soy mujer”, “Las mujeres independientes y de mente abierta o buenas profesionales son fáciles”, “No tengo la misma fuerza que un hombre”. Estos temores se incrementaron cuando con mucho esfuerzo llegaron a ocupar cargos políticos ya que volvieron a sentir el rechazo de sus compañeros varones.

Es así que pudimos conocer algunas anécdotas de las liderezas que habían sufrido malos tratos e incluso entre ellas generaron un Proyecto de Ley que pudiera protegerlas contra los abusos e injusticias vividas. Es por este motivo además que una de las liderezas con el objetivo de fortalecer el trabajo de la Red de Mujeres Autoridades De Junín, genera un programa en el cual además de dar a conocer la Creación y fortalecimiento del Área Mujer en las 09 Provincias de Junín, propone el dictado de un Taller a Khuska en las ciudades de Tarma y Huancayo para que se pueda conocer más de cerca los derechos fundamentales de todas aquellas mujeres que sufren algún maltrato y tienen miedo de darlo a conocer.

Es así que queremos agradecer además de nuestros aliados a cada lidereza que participó del taller y tuvo la valentía de darnos a conocer muchos casos lamentables sobre la desigualdad que sufren aún cuando son ellas quienes luchan constantemente porque nuestro país sea mejor cada día.

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