Por: Carolina Diez Canseco y Enzo Rojas, estudiantes de Derecho en la PUCP y miembros del programa de desarrollo social KHUSKA.

En el Perú no se ha establecido aún una sociedad consciente con el medio ambiente. En cambio, se tiene la errónea creencia de que la contaminación que uno causa es insignificante en términos de impacto. Como no se presencian resultados inmediatos y tangibles, muchos caen en la idea de que entonces no hay un verdadero daño. Este fenómeno es descrito por Anthony Giddens, en su libro “La política del Cambio Climático”, como la desconexión entre las recompensas del presente y las amenazas del pasado”  (Giddens 2010).

Se dice que es errónea porque parte de la premisa de que en el futuro se estará en las mismas circunstancias en las que uno se encuentra en el presente. Un ejemplo común es el de una persona que fuma a pesar de que está comprobado que causa daños. Del mismo modo, a simple vista, el uso de bolsas de plástico parece insignificante, pues utilizar un par no genera un daño perceptible.

Pero el impacto en el caso de la contaminación del plástico sí es significativo. Según la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) una persona en promedio desecha 30 kilos de bolsas de plástico por año, cada una de las cuales puede tomar hasta 400 años en degradarse. Ahora, calculemos la cantidad de plástico desechado por la totalidad de habitantes del país. Son miles las toneladas de plástico de diversos tipos las que contaminan, teniendo un efecto devastador sobre la fauna marina y las aves.

El ser humano, al estar en la cúspide de la cadena alimenticia, no está exento de los peligros que provienen de esta grave contaminación. El plástico se trata de un daño silencioso, que en un futuro no muy lejano, podría terminar en la degradación irreparable de nuestro ecosistema marino. El Ministerio del Ambiente (Minam) advierte que en el año 2050, a raíz del uso indiscriminado de bolsas plásticas, el mar peruano tendrá más plástico que peces. Solo en Lima y el Callao, se consumen cada año 3 mil millones de bolsas de plástico.

El plástico está tan presente en nuestro día a día, que sin darnos cuenta se ha convertido en un material omnipresente y globalizado. Irónicamente, o mejor dicho trágicamente, este material está diseñado para ser resistente, con alta persistencia en el medio ambiente y con una durabilidad de miles de años. Sin embargo nosotros lo tiramos a la basura luego de un solo uso. Nuestra dependencia con este material ha generado consecuencias ecológicas catastróficas a nivel global,  y es uno de los más grandes problemas de la sociedad que sin la ayuda del Estado no se puede enfrentar.

En la actualidad, la producción mundial de plástico supera los 300 millones de toneladas anuales. La situación de nuestro país no está aislada del resto del mundo; sin embargo, hay naciones que sí han venido promoviendo un adecuado cuidado del medio ambiente. Estas han logrado implementar medidas que de distinta manera aportan a combatir la contaminación del plástico.

Por ello, a continuación elaboramos un repaso sobre las medidas más importantes tomadas por países pioneros en políticas sobre el cambio climático.

La Comisión Europea presentó en enero del 2018 una nueva estrategia para contener el daño de los plásticos sobre el medio ambiente. Esta medida pretende conseguir que todos los envases de este material sean reutilizables o reciclables en 2030, reducir el consumo de plásticos de un solo uso y restringir la utilización de microplásticos.

Ya ha sido firmada por 193 países la declaración de Naciones Unidas de finales del 2017. Esta fue creada por la Asamblea del Medio Ambiente, al firmar los países involucrados se comprometieron a «prevenir y reducir significativamente la contaminación en los océanos en 2025». A partir del 1 de enero de 2018, España prohíbe la entrega de bolsas de plástico de manera gratuita en los diferentes establecimientos o supermercados. Cobrando entre 5 y 30 céntimos por bolsa dependiendo del material, si son descomponibles o no.

El 28 de agosto de 2017, empezó a aplicarse en Kenia una rigurosa medida contra el plástico. Consta de penas de hasta cuatro años de cárcel y multas de más de 30,000 euros para todo aquel que produzca, venda o simplemente transporte una bolsa de plástico. Se puso en marcha lo que muchos consideran la prohibición más dura del mundo en cuanto al consumo de bolsas de plástico y sus autoridades aseguran que ha sido todo un éxito en cuestión de mejoras en el ambiente y en servir de ejemplo para que otros países del continente africano, como Uganda, Tanzania, Burundi y Sudán del Sur, planteen medidas similares.

Aterrizando a nuestro contexto, en los últimos meses, este tema parece haber ganado protagonismo entre los políticos. Clara evidencia de ello es que a la fecha se han presentado seis proyectos de ley que versan sobre dicha materia.

Entre estos, se encuentran los siguientes: el proyecto de ley N° 2248 “Ley de reducción progresiva de bolsas plásticas para la protección del medio ambiente” presentado por el congresista Marco Arana, el proyecto de ley N° 2368 “Ley de prohibición y reemplazo progresivo de uso de bolsas de polietileno en el transporte de productos o mercaderías por bolsas y contenedores de material biodegradable” presentado por el congresista Guido Lombardi, y el proyecto de ley N° 2702 “Ley que promociona y regula la minimización de residuos de bolsas plásticas para la portabilidad de mercancías” presentado por la congresista Patricia Donayre. Todos han tenido una aproximación a la solución del problema con medidas progresivas, enfocándose siempre en fomentar la concientización y sensibilización de los ciudadanos al respecto.

Por su parte, el Ministerio del Ambiente presentó el mes pasado un proyecto de ley que se basa en cuatro aspectos esenciales: se busca prohibir la entrega de bolsas de un solo uso -como las bolsas de las farmacias para pastillas- , regular la entrega de recipientes de tecnopor, cobrar por el uso de cañitas de plástico y, finalmente, que las empresas que produzcan botellas de plástico utilicen un 30% de material reciclado como mínimo.

La aprobación de estos proyectos, sumados a la ya promulgada Ley Marco sobre Cambio Climático, haría que nuestro país se sume al esfuerzo en conjunto por el cuidado del ambiente que, como hemos visto, ya se lleva a cabo en otras naciones. Y es que la contaminación no tiene barreras legítimas, el daño producido en alguna parte del planeta termina afectando a todo el globo.

Definitivamente, el mejor plástico es el que no se consume. La propuesta de reducción del consumo de plásticos de un solo uso es necesaria. Con la aprobación de esta medida, nuestro país se sumaría a los países que ya regulan el uso del plástico y que también han adoptado otras medidas para frenar el cambio climático. La lucha por la mejora de nuestro ambiente comienza ahora. ¿Nuestro país se sumará a este partido por la sostenibilidad?

 


Fuente de la imagen: http://abapeisa.com/nueva-directiva-europea-sobre-reduccion-del-consumo-de-bolsas-de-plastico-ligeras/

Bibliografía:

https://www.20minutos.es/noticia/3236656/0/guerra-contra-los-plasticos-medidas/

https://larepublica.pe/sociedad/1236484-gobierno-plantea-prohibir-bolsas-envases-tecnopor-canitas

https://larepublica.pe/domingo/1199040-no-las-use

http://www.actualidadambiental.pe/?p=49847

http://www.actualidadambiental.pe/?p=49853

https://elcomercio.pe/economia/peru/opiniones-ministerio-ambiente-proyecto-ley-reduccion-plastico-noticia-517644

https://larepublica.pe/sociedad/1247601-fujimoristas-impiden-apruebe-dictamen-plasticos

 

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