Por: Micaela Cortés
Estudiante de Derecho en la PUCP, miembro actual de THEMIS y Directora de la Comisión de Desarrollo Social

En el año 2006, THEMIS creó la comisión de Desarrollo Social[1]. Contando ya con la publicación de una revista semestral, la realización de diversos seminarios y contando con distintas líneas de trabajo, la asociación se percató que existía una población, muy grande, que no podía acceder a la información con la que se trataba día a día y que eso, al fin y al cabo, tenía una gran repercusión en sus vidas. En tal sentido, Desarrollo Social ha buscado difundir la cultura jurídica a personas en situación de pobreza, capacitándolas y demostrándoles cuáles son sus derechos y deberes en temas de familia, seguridad ciudadana, el acceso a los servicios de salud, la obtención de documentos de identidad, entre otros.

En el –casi– año y medio que llevo en la asociación, he podido apreciar las ganas que tiene una persona que no tiene conocimiento alguno de derecho de aprender. Uno se da cuenta, entonces, que vivimos en una sociedad donde existe una clara falta de atención a un sector que no cuenta con la posibilidad de acceder a espacios en los cuales pueda aprender diversos temas –que nosotros llegamos a considerar hasta cotidiano– como cómo obtener un DNI o cuál es el procedimiento para realizar una denuncia.

En mi opinión, la responsabilidad social del abogado no consiste únicamente en patrocinar a una persona sin recibir contraprestación a cambio, es decir, brindar servicios de legales gratuitos. El trabajo pro bono, a mi parecer, radica en brindarle a la persona en cuestión herramientas suficientes para lograr que ésta pueda ejercer sus derechos y que, de esta manera, pueda participar en nuestra sociedad con un rol activo y mejorar, tanto su vida, como la de los miembros de su familia. A continuación, contaré tres experiencias –que he presenciado en el trabajo realizado por mi comisión– que demuestran el punto expuesto.

En agosto de este año, participamos en la “Escuela de Padres” [2] del Colegio Fe y Alegría, en Pamplona Alta. Aquí se tocaron temas de familia, seguridad ciudadana, la obtención de documentos como el DID[3] y el DNI, entre otros. Una vez terminado el taller, me acerqué donde la Sra. Ana, madre de familia, para realizar una breve entrevista de su experiencia con nosotros. Ante la pregunta, ¿qué hará usted ahora con todo lo que ha aprendido?, su respuesta fue: “Voy a hacer una denuncia porque mi hermana golpea a su hijo y me llama la atención. Esto, para mí, fue una ayuda porque yo no sabía cómo ayudar a mi sobrinito para que ya no lo maltrate mi hermana”.

Un segundo caso que me gustaría compartir es el siguiente: desde hace más de un año, venimos trabajando con Aprendo Contigo[4] en el Hogar Clínica San Juan De Dios. Nuestro primer taller tocó el tema de cómo se obtiene y los beneficios brindados por el DID. Debemos señalar que muchos de los hijos de los asistentes y algunos de ellos mismos contaban con un tipo de discapacidad. Un mes después, Soledad Tejada, la coordinadora de Aprendo Contigo en dicha clínica nos contó que, luego del dictado, todos los asistentes habían ido al CONADIS[5] a sacar su DID.

Una última experiencia se llevó a cabo en el taller realizado en setiembre de este año. La señora María se mostró agradecida ante el trabajo hecho ya que descubrió que su hijo tenía derecho a recibir alimentos de su padre, a quien no veía hacía más de ocho años. De tal forma, encontró una herramienta para solucionar la ausencia de recursos que ella tenía para brindarle un desarrollo óptimo a su hijo: la demanda de alimentos. Por ello, pidió más información acerca del procedimiento para que ella pudiese interponer dicha demanda.

A partir de estos casos, podemos darnos cuenta que el ofrecer un espacio para que las personas descubran y tomen conciencia de cuáles son sus derechos y, además, aprendan cómo estos pueden ser ejercidos, tiene una gran incidencia sobre sus vidas. Tenemos que tener en cuenta lo valioso y determinante que puede ser el acceso a la información y el contar la oportunidad de ampliar nuestro conocimiento, especialmente cuando esto puede generar un cambio tan beneficioso. A mi parecer, los abogados (y estudiantes de Derecho) contamos con la responsabilidad de difundir aquello que aprendemos en la universidad y en nuestra práctica cotidiana. La enseñanza de ello puede terminar no solo ayudando a la señoras Ana y María y a los asistentes del taller de Aprendo Contigo; la repercusión puede ser una aún mayor.

Es por ello que sentimos que si bien, a lo largo de la historia de la comisión, hemos ya capacitado a más de 500 personas, queda mucho por hacer. Tenemos como objetivo realizar proyectos cada vez más grandes y buscar una mayor trascendencia en la sociedad, difundiendo la cultura jurídica y promoviendo la responsabilidad social del abogado.


[1] Queremos aprovechar el presente artículo para agradecer a todos aquellos que han colaborado, de alguna forma, con el trabajo realizado por la Comisión de Desarrollo Social de THEMIS.

[2] Este trabajo ha sido realizado junto al estudio Payet, Rey & Cauvi

[3] Documento de Identificación de Discapacidad

[4] Aprendo Contigo es un educativo recreativo que lleva la escuela y el entretenimiento a los niños que ven impedida su escolarización por motivos de salud. Se busca que el niño puede reincorporarse a su grado escolar cuando vuelva a la escuela

[5] Consejo Nacional de Discapacidad

2 COMENTARIOS

  1. Una de las mayores brechas que existen en nuestro pais es la ausencia de una cultura de derechos. En ese sentido, das en el clavo, Micaela, respecto de la responsabilidad que tenemos los abogados de reducir esa brecha. No hay nada más revolucionario e inclusivo que el conocimiento de derechos (y deberes). En la propuesta del Códido de Buenas Prácticas del Abogado (versión 30 marzo 2011) se incluye expresamente este tipo de trabajo pro bono. Themis hace bien en trascender del campo académico a la docencia ciudadana. A través tuyo felicito a los miembros de Themis que hacen del nuestro un país de ciudadanos!

  2. Felicitaciones! sigan trascendiendo en la vida de muchas personas que lo necesitan!, lo demás, es cambiar la mentalidad de miles de personas (profesionales o no) que también podrían hacerlo.
    éxitos.

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