Diego Harman, asociado principal del estudio Garrigues (Perú) con Maestría en Derecho Corporativo por la New York University (NYU) y Especialización en Fundamentos de Financiamientos de Proyectos e Infraestrutura por la New York Institute of Finance.

Un financiamiento de proyecto (un project finance o PF, por sus siglas en inglés) es una técnica de financiamiento en virtud de la cual una Sociedad de Propósito Especial (SPE) se endeuda con un tercero a fin de desarrollar un proyecto de infraestructura/energía, acordando que el crédito (i) se repaga inicialmente con los flujos generados por dicho proyecto, y (ii) se encuentra garantizado por todos sus activos.

A partir de lo anterior podemos comentar que en un PF deben confluir las siguientes características:

a) Constituye un tipo de financiamiento externo; es decir, es una operación por la cual una sociedad recibe fondos prestados por un tercero, obligándose a devolver el capital prestado más intereses.

b) Contempla la constitución de una SPE (sea una sociedad anónima, sociedad anónima cerrada u otro) en la jurisdicción donde el proyecto se va a desarrollar con la única y exclusiva finalidad de que esta desarrolle el proyecto. En ese sentido, una vez culminado el proyecto, la SPE debiera extinguirse.

De esta manera, los accionistas (o sponsors) de la SPE limitan su riesgo, puesto que, si el proyecto no resulta exitoso, su pérdida estaría limitada al capital aportado a la SPE (y no necesariamente alcanza el patrimonio de los sponsors).

c) El PF tiene por finalidad financiar una SPE que desarrolla un proyecto de infraestructura/energía determinado. No se financia una empresa con varias líneas de negocio, por lo que los acreedores ven su riesgo expuesto únicamente a un proyecto.

d) Los acreedores del PF son repagados inicialmente con el flujo a ser generado por el proyecto. Por ejemplo, en el caso de un PF para una autopista de peaje, los acreedores financian el proyecto con miras a ser repagados con los ingresos que perciba la SPE por concepto del pago de peaje que realizan los conductores de los vehículos.

Ahora bien, típicamente se espera que los sponsors provean algún tipo de respaldo o soporte financiero en caso el proyecto se vea retrasado, tenga sobrecostos u otros, ya que estas situaciones perjudican el repago de la deuda a tiempo. Por ello, suele decirse que un PF es un financiamiento “fuera del balance”, pues los sponsors respaldan el proyecto de una manera indirecta o contingente, manteniendo las obligaciones del proyecto fuera de sus estados financieros.

e) En la medida que los acreedores van a tener repagado su crédito con el flujo de ingresos de la SPE, todos los activos de la SPE (incluyendo sus acciones) son otorgados en garantía a favor de los acreedores. Estas garantías pueden incluir hipotecas, garantías mobiliarias y fideicomisos, entre otros. Así, en caso de un incumplimiento de la SPE, los acreedores pueden ejecutar los activos del proyecto y cobrar su acreencia.

Sumado a lo anterior, es importante tener en cuenta que un PF puede ser estructurado de diversas maneras (sea mediante un préstamo, una emisión de valores o con financiamientos múltiples). Asimismo, la estructura y términos del PF pueden variar mucho, dependiendo del tipo de proyecto, su ubicación geográfica, la identidad de los sponsors, e incluso el entorno político y ambiente regulatorio del país en el que se desarrollará.

Fuente de la imagen: ESAN

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