Estefany Rodríguez, alumna de la Facultad de Derecho de la PUCP y miembro del Consejo Editorial de Enfoque Derecho.

“El 100% del grupo Estado Islámico (Daesh) ha sido derrotado en Siria”. Esas fueron las declaraciones del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, la semana pasada. La pérdida territorial del grupo yihadista estuvo acompañada de celebraciones en las calles de Baguz, lugar en el que se desarrolló el duelo final entre las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), apoyadas por la coalición internacional, y Estado Islámico (en adelante, “EI”). .

No pretendo desmerecer la importancia de este evento; sin embargo, considero que es necesario analizar, o al menos lograr una aproximación inicial, al verdadero significado de esta derrota. Debe quedar claro que estamos ante una pérdida territorial que de ninguna manera puede ser entendida como el fin del Daesh. Este grupo, como lo desarrollaremos más adelante, sigue operando. Prueba de esa resistencia es el ataque que fue reportado tan solo 3 días después de que se anunció su derrota: 7 miembros de las FDS fueron asesinados en un ataque que fue reivindicado por el grupo yihadista.

Entonces, surgen diversas interrogantes, ¿podríamos estar ante un cambio sustancial respecto a la estructura organizacional del Estado Islámico? ¿sería posible concebir la existencia de un Estado sin territorio? ¿EI habrá optado por convertirse en grupo clandestino?

Un poco de historia

El origen de Estado Islámico se remonta, aproximadamente, al año 2013 en Irak. Su nacimiento está ligado a la invasión estadounidense que derrocó al gobierno de Sadam Hussein, ya que este grupo se formó con el objetivo de expulsar la presencia extranjera de Irak (Caro y Ortiz 2018).

En un inicio, juró lealtad a Al-Qaeda; sin embargo, el ISIS tenía objetivos más pretenciosos en cuanto a expansión territorial, por lo que decide enviar tropas a Siria. Esos orígenes en común con Al-qaeda pueden ser esenciales para analizar cómo esta organización puede pretender evolucionar.

Como todo movimiento yihadista, este tiene el objetivo de imponer la sharía (ley islámica) y el califato global. Es así que se busca emprender una guerra santa que tiene como espacio todo el planeta y en donde se busca combatir a los infieles hasta que toda la humanidad se haya convertido al Islam.

Forma de organización

Quizá una de las primeras imágenes con las que relacionamos a este grupo sería la de aquellos  hombres vestidos de traje naranja siendo decapitados. Mediante ese tipo de acciones, EI tenía como principal objetivo la difusión del miedo en el resto del mundo.

Y es que el Daesh era consciente del papel de la propaganda para su expansión. Aquellos videos en los que filmaban las decapitaciones estaban cuidadosamente planeados. Trajes naranjas fueron utilizados por los detenido de Abu Ghraib que fue aquella cárcel en la que militares estadounidenses torturaron y humillaron a prisioneros después de la invasión de Irak del 2003.

Las ejecuciones masivas, raptos, violaciones, secuestros de extranjeros, atentados, destrucción de tesoros arqueológicos eran parte del modus operandi de este grupo (Caro y Ortiz 2018).

Más allá de ese control del EI sobre su territorio y ese modus operandi aplicado, ¿era posible equiparar este grupo con la forma de organización estatal? Autores como Priego, Nadal afirman que el Estado Islámico efectivamente funciona como un Estado. En primer lugar, existe una administración jerarquizada y centralizada. Esta ha podido captar gran cantidad de recursos, ¿de qué manera? Por medio de secuestros, venta de armas, petróleo y gasolina, narcotráfico y financiamiento externo de países árabes. En segundo lugar, cuenta con un cuerpo militar y policial que se encarga de coaccionar y vigilar que se cumplan las leyes en los territorios que dominan (o dominaban).

Acerca de su líder: Abu Bakr al-Baghdadi

Caro y Ortiz señalan que se sabe realmente poco sobre el líder de Estado Islámico, Abu Bakr al-Baghdadi. Algunos afirman que nació en 1971, por lo que a la fecha tendría aproximadamente 48 años. Habría crecido en una familia religiosa y de altos militares. Algunas fuentes indican que tiene un doctorado en Estudios Islámicos en la Universidad Islámica de Bagdad.

Sin embargo, un hecho incontrovertible es que fue apresado por las fuerzas estadounidenses hacia el año 2004, en el Camp Bucca, ubicado al sur de Irak.

Operaciones para lograr el control del territorio

Distintos actores han luchado frontalmente contra este grupo yihadista y quizá el que más valga la pena mencionar son las Fuerzas Democráticas Sirias, conocidas por sus siglas FDS. Se trata de una alianza de milicias kurdas y árabes que fue formado en octubre del 2015 con el apoyo de Estados Unidos y con el objetivo de combatir al Estado Islámico (El Comercio).

Este grupo, además, ha contado con el apoyo de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), grupo también kurdo. También ha sido crucial la ayuda de las Unidades de Protección de la Mujer (YPJ). Esta última se caracteriza por estar integrada en su mayoría por mujeres (El Comercio).

¿Un Estado sin territorio?: una evolución peligrosa

Los elementos del Estado son básicamente tres: territorio, población, gobierno. Existe un grupo de autores que consideran a la soberanía. A partir de la breve exposición que se ha hecho respecto a la forma de organización de Estado Islámico, se acredita la existencia tanto de un grupo sobre el cual ejercen dominio y medios de coacción para gobernar. El análisis del criterio territorio a la luz de los recientes acontecimientos es bastante complejo.

Recordemos que su momento de apogeo, es decir, en el año 2014, el Estado Islámico controló en Irak y Siria un territorio equivalente al tamaño de Reino Unido. Por tanto, los hechos demostraban que existía un dominio territorial. Sin embargo, una vez perdido este territorio: ¿podríamos concebir la existencia de un Estado sin ese elemento?

¿Sería posible una forma de organización que gobierne a una población sin un territorio? Como indicamos anteriormente, ISIS nació vinculado a Al-Qaeda. Este último grupo se ha caracterizado por operar de manera clandestina. Está conformado por células con base local; asimismo, existe una descentralización operativa que le ha permitido sobrevivir la caída de Osma Bin Laden. Así, parece que el ISIS, debido a presión de grupos como el FDS, podría haber optado por retornar a la clandestinidad.

Sin embargo, sería realmente difícil que desde la clandestinidad se siga controlando a la población y sembrando el terror como lo ha venido haciendo. Pese a ello, de ninguna manera, se debería afirmar que este grupo dejará de operar. Es cierto que ha perdido su territorio y que ello influenciará en el control que puede ejercer en la población, pero recordemos que, en caso se haya optado por operar de manera clandestina. Los ataques continuarán y, difícilmente, este grupo renunciará a la idea de reconquistar territorios y restaurar el califato. Además, si bien ese asegura que el califato ha perdido ciertos territorios, también se ha extendido en otros como Afganistán, Egipto, Somalia, Yemen.


Fuentes:

EL COMERCIO

2019     “¿Qué son las FSD, la alianza militar que fulminó al Estado Islámico en Siria?

https://elcomercio.pe/mundo/oriente-medio/fuerzas-democraticas-sirias-islamico-son-fds-alianza-militar-fulmino-islamico-siria-noticia-619572

CARO, Isaac y Cristóbal ORTIZ

2018     “La yihad sunita del Estado Islámico y Al-Qaeda_ islamismo, antimperialismo… ¿y nihilismo político-mesiánico?” Estudios Internacionales. Universidad de Chile, pp. 37-62

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