Por Norberto Barreto, profesor del Departamento de Humanidades en la Universidad del Pacífico, especialista en historia estadounidense y en Relaciones Internacionales

  1. ¿Estamos ante una guerra comercial?

Claro que sí. Estamos ante una guerra comercial entre Estados Unidos y China. EEUU ha impuesto aranceles y China ha respondido a cada uno de ellos. Trump está apostando a presionar a los chinos para que estos cedan.

Para mí, una guerra comercial tiene una definición muy sencilla. Es cuando dos países se ensalzan en un conflicto comercial elevándose los aranceles uno al otro tratando de presionar. Es claro que hay un conflicto que ha trascendido con lo de Huawei. Ya no es solo un conflicto comercial, sino también tecnológico. Trump y muchos americanos están preocupados por el ascenso chino. Incluso el líder estadounidense cometió el error de sacar a los Estados Unidos del TPP (Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica), el cual era la herramienta que había creado la administración de Obama para enfrentar y preparar a EEUU con esa amenaza. El problema es que los otros países asiáticos mantuvieron vivos este acuerdo y USA no.

Trump cree que negociar con un país es como vender apartamentos en Nueva York: una cosa de presionar. Obviamente no tiene una idea de lo que está haciendo. El problema es que los norteamericanos tienen conflictos con los chinos, algunos de ellos válidos; sin embargo, la forma en la que está lidiando con ellos no es la más adecuada.

  1. ¿Por qué Estados Unidos se echó atrás con las medidas impuestas en un inicio?

Lo que pasa es que Estados Unidos está en este juego del gato y el ratón tratando de llevar a China hacia donde ellos quieren. Y, en ese sentido, usan la aplicación de sanciones. Han hecho una moratoria, pero tampoco es que la han eliminado. Es típico de Trump. Es su estilo de negociación: atacar, retroceder un poco y volver a atacar. Lo ha hecho anteriormente con México, Canadá y lo está tratando de hacer con China.

El tema de las tierras raras es otra arma bajo la manga de los chinos. Ellos tienen el monopolio. Me parece que, exactamente, tienen en su poder el 80% de estos tipos de minerales que son fundamentales para varias industrias en Estados Unidos. Ahora bien, también hay que tener en cuenta que las reacciones de Trump no dejan de preocupar a varios sectores de Estados Unidos que están tratando de controlar la situación para que esto no se les vaya de las manos. No obstante, la influencia que pueden tener estos es debatible.

Más allá de eso, tenemos una administración que no se sabe la hora que es. Bolton y Pompeo dicen una cosa sobre Irán y luego Trump lo desmiente. Estamos frente a un presidente que un día dice una cosa y otro día otra, que es una caja de sorpresas. No se sabe qué va a hacer y, además, está el tema de la diplomacia del twitter. Trump lanza un Twitter y cae la bolsa, y recién después se da cuenta de lo que ha hecho. Este hombre es impulsivo y narcisista. Es un peligro como líder mundial.

Recordemos el caso de Corea del Norte. Se reunió con ellos y, las cosas que hacían los coreanos, antes las criticaba muchísimo; ahora las minimiza porque actuar de otra manera sería reconocer que fracasó en su misión y él no va a reconocer que fracasa. Por eso se escuchan declaraciones por parte de Trump indicando que los coreanos no hacen nada y que a veces solo se trata de algunos cohetitos.

Estamos frente a una diplomacia que está fundamentada en alimentar su ego. Yo quisiera saber cuál es el proceso de decisión de política porque, en una administración normal, hay reuniones del presidente con sus asesores y se discute posibilidades y escenarios, y, a partir de eso, se toman las decisiones. Es un presidente que claramente no lee las advertencias de seguridad que recibe todos los días, que está tomando decisiones sobre un área de la que él tiene cero conocimientos, que desconfía de sus propios servicios de inteligencia y que está rodeado de gente incompetente. Entonces, es una política exterior muy inestable.

  1. Entonces, ¿qué impulsa a Trump a tomar este tipo de decisiones?

Hay que tener en cuenta el factor político doméstico. Ha habido un debate de muchos historiadores en Estados Unidos en cuanto a la política exterior de USA que parece estar enfocada históricamente en factores internos y no externos. No podemos olvidar que Trump tiene una base política y que está actuando como todo presidente de EEUU. Cuando un presidente de USA se sienta por primera vez en la silla de la Casa Blanca, inmediatamente en lo que empieza a pensar es en su reelección. No lleva ni un día en la Casa Blanca y ya está pensando en lo que tiene que hacer para volver a ser presidente para no ser un loser ni un presidente de un solo término como Carter, como el papá de Bush.

Asimismo, Trump ha hecho una serie de promesas en la campaña que llevó a cabo y desimpulsar a China ha sido una de ellas. Las fanfarronadas que hace Trump en política internacional son para mantenerlos contentos y apoyándolo, aunque eso le cueste a EEUU problemas internacionales.

Vemos que hay un factor de geopolítica doméstica de Trump de mantener el apoyo que tiene de algunos sectores de EEUU que son fundamentales. En el caso de China, hay un problema porque es uno de los principales mercados de los agricultores de Soja. Esto afecta a estos agricultores americanos, ya que se están imponiendo impuestos sobre estas hojas. Otro sector afectado es el del aluminio. Los productores que utilizan aluminio en EEUU tienen serios problemas porque los aranceles que les ha impuesto Trump, al aluminio, han llevado a que otros países también se los impongan y están teniendo serios problemas. Otro factor es la deuda. Los chinos tienen una fuerte inversión en la deuda pública estadounidense.

  1. ¿Quiénes serán los principales afectados con este conflicto?

Los principales afectados en ambos países va a ser la gente común y corriente. En EEUU, esto conllevará al aumento de precio de miles de productos que se fabrican en China y eso afectará la capacidad adquisitiva del ciudadano.

Creo que en el fondo se está cuajando una crisis económica. Hay gente que va a sufrir. El sistema global internacional también sufre. Los mercados van a sufrir. Hay países que se podrían beneficiar. Bueno, es una interrogante al final no sabemos cómo va a terminar todo esto.

Lo cierto es que Trump cree que los norteamericanos no se van a perjudicar y ya se están perjudicando seriamente los americanos que exportaban soja. Y esos aranceles se van a traducir en un aumento de precio de los productos que compran los americanos. Además, habría que tener en consideración todo lo que los chinos podrían hacer a las empresas americanas que operan en china. La reacción de los chinos ha sido bien clara. Ha habido una fuerte reacción nacionalista especialmente en perjuicio de Apple. Esta última va a perder una gran parte de su mercado en China.

Para entender la actitud China, no puedes quedarte en el ahora, sino que tienes que ir 100 años atrás, a la guerra del Opio, a la zona de influencia de la agresión japonesa. Los chinos han recorrido un gran camino. La china siempre ha sido la potencia dominante en Asia, históricamente. Decayó en un periodo y ahí se quedó atrás en relación con occidente. Este aprovechó y la sometió. Sin embargo, China ha reaccionado y está volviendo a ocupar la posición que históricamente había sido suya. Obviamente son muy sensitivos, muy sensibles a cualquier imposición que venga de occidente sobre todo por el pasado de colonialismo y la agresión imperialista. Trump no puede pretender desconocer la historia y creer que los chinos no se van a amilanar, no se van a someter.

  1. Reflexiones finales

Esta guerra no le conviene a nadie porque además de afectar a China y a EEUU, afecta a los ciudadanos en general. Hay gente que se puede beneficiar como en todo proceso económico. Por ejemplo, los que producen Soja pueden quedarse con parte del mercado que antes tenían los estadounidenses. Lo que pasa es que Trump tiene esta idea de volver a hacer a los Estados Unidos grande. China se ve como una amenaza a la hegemonía estadounidense.

Es claro que en la política de Trump con China hay elementos domésticos muy fuertes y también elementos de una política internacional mal formulada. Arrinconar a los chinos no es buena idea porque ellos no van a ceder. Los chinos están tratando de que se les reconozca su status de potencia mundial. Es así que para ellos es además una cuestión económica esto se trata de algo ofensivo, político.

Hay que estudiar la historia de China. Los chinos son extremadamente sensitivos, muy sensibles a cualquier trato que los denigre. El recuerdo del imperialismo occidental está muy presente en la memoria china. Les está afectando y va a seguir habiendo una afectación económica, pero creo que los chinos están dispuestos a pagar el precio.

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