Por Valeria Aguado Araujo, miembro del Consejo Editorial de Enfoque Derecho.

Cada dos segundos una niña es obligada a casarse en el mundo, y en países como Etiopía, es frecuente hacerlo a la edad de siete u ocho años, apunta Unicef [1].

El día viernes 06 de marzo, surgieron noticias referidas a que un tribunal británico consideró probado el acoso al que fue sometida la princesa Haya Bint Al Husein de Jordania, que huyó al Reino Unido con dos de sus hijos en abril, por parte del emir de Dubái, Mohamed bin Rashid Al Maktum. Entre los actos que la princesa denunciaba se encuentran que el emir impulsó una campaña de “miedo e intimidación” contra su ex esposa en la que por dos veces alguien le dejó una pistola cargada en la almohada y, en marzo de 2019, un helicóptero vino a buscarla para supuestamente llevarla a una prisión en el desierto. Sin embargo, la principal razón de su huida de Dubái, sería que el emir, habría comenzado las negociaciones para organizar el matrimonio de su hija menor, la princesa Al-Jalila de 11 años, con el príncipe heredero de Arabia Saudita, de 35 años, siguiendo una práctica tradicional entre las monarquías de Oriente Medio, en la que reyes y emires “ofrecen” a sus hijas a otros gobernantes con el fin de mantener la amistad política.

Esto nos lleva a preguntarnos, así sean ciertas o no esas acusaciones, cómo está regulado el matrimonio infantil en los distintos países del mundo y cuáles son las consecuencias de este problema social.

En primer lugar, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos define el matrimonio infantil como un matrimonio en el que al menos una de las partes es un niño. Al respecto, en la Convención de los Derechos del Niño, se establece que un niño es “todo ser humano menor de 18 años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad”[2]. Es así que, según cifras mundiales, más de 60 millones de mujeres de 20-24 años se han casado antes de llegar a los 18 años, siendo las tasas más altas en África Occidental, seguido por el sur de Asia, norte de África, Oriente Medio y América Latina y El Caribe (ALC).

Solo para mencionar, según el Código Civil peruano, los menores de edad pueden contraer matrimonio a partir de los 16 años, siempre y cuando cuenten con el consentimiento de sus padres. En América Latina, la edad promedio para contraerlo se mantiene entre los 14 y 16 años, aunque en Bahamas se acepta a los 13 años en condiciones de excepción. Sin embargo, en algunos países, entre ellos Argentina, Colombia y El Salvador, en sus leyes no se menciona explícitamente una edad mínima absoluta para el matrimonio, lo cual es preocupante. Por otro lado, el código civil iraní establece que la edad mínima legal para casarse, con el permiso del padre o tutor, es de 13 años para las mujeres y 15 para los hombres, pero en las zonas rurales los jueces suelen consentir excepciones para menores de esa edad. Lo mismo ocurriría en Irak, donde si bien la edad legal para contraer matrimonio es de 18 años, bajo la ley actual de estatuto personal, un juez puede permitir a niñas de hasta 15 años casarse en casos «urgentes».

¿Por qué se da el matrimonio infantil?

Cabe recalcar que, si bien es cierto, es un problema que afecta tanto a niñas como niños, la tasa más alta está presente en las niñas, pues la percepción de “ser mujer” en las niñas y adolescentes está asociada con ser madres-esposas[3]. Además, se suele pensar que este tipo de unión se daría mas que nada en países del África o Asia pues tienen culturas muy diferentes a las occidentales, sin embargo, no es un fenómeno que ocurra en una cultura en particular: la activista estadounidense Sherry Johnson explicaba, en 2017, cómo miles y miles de menores son obligadas a casarse en estados como Texas, Florida, Kentucky, Tennessee o Alabama en EE. UU[4].

La forma en que se practican estos matrimonios y las explicaciones varían de una comunidad a la otra, pero las causas de fondo suelen ser las mismas. Entre estas causas se incluyen la subvaloración de las niñas y su limitación a realizar tareas domésticas y roles de reproducción, la violencia sexual y el miedo a la misma, ver a las niñas como cosas u objetos o intercambio matrimonial, los progenitores a veces consienten estos matrimonios por necesidades económicas (precio de la novia o dote), la limitada visión que tienen las niñas de sus oportunidades a futuro más allá del matrimonio, un estatus social bajo o el abuso dentro del hogar familiar, visión del matrimonio como la única forma donde la actividad sexual o el tener hijos no sea considerada impura, sino más bien legítima y, la interiorización de normas sociales tradicionales que también juegan un rol importante[5].

¿Qué consecuencias tiene el matrimonio infantil?

Dentro de las consecuencias que conlleva el matrimonio infantil, el principal sería que este quebranta los derechos humanos de los niños y trastoca sus vidas y sus oportunidades para el futuro.  Asimismo, otra consecuencia, y la más básica de todas, es que se niega a las niñas y niños el derecho de elegir, es decir, de dar su consentimiento libre, pleno y sin coerción o miedo, con quién casarse y en qué momento hacerlo.

Pero ahí no acaba todo, otras consecuencias adicionales serían que las niñas obligadas a casarse tienen más probabilidades de quedar embarazadas antes de que sus cuerpos maduren (embarazo precoz), lo que aumenta los riesgos de mortalidad materna y neonatal. En los países en desarrollo, en los que el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva es, por lo general, y por no decir totalmente, ineficiente, las complicaciones que se presentan durante el embarazo y el parto pueden llegar a ser mortales.

También, el matrimonio infantil puede conllevar a trabajos forzados, esclavitud, prostitución y violencia contra las víctimas (un ejemplo de legislación sería Mali, donde el “Código Familiar de 2011” obliga a la mujer a obedecer al marido) (en relación a esto, he leído sobre un desgarrador caso de una niña yemení de 8 años que falleció en su noche de bodas por lesiones sexuales causadas por su marido, un hombre de 40 años)[6]. Las niñas y niños obligados a casarse son vulnerables a adquirir infecciones de transmisión sexual (ITS), como el VIH, puesto que no pueden evitar las relaciones sexuales ni insistir en el uso del preservativo. Pero no solo se incluirían las enfermedades sexuales, también las enfermedades mentales se vuelven habituales entre las niñas obligadas a casarse, por ejemplo, debido a sus experiencias de violencia, ya que son especialmente vulnerables a los abusos por ser menos capaces de defenderse y de escapar de las relaciones abusivas [7].

En lo que concierne al ámbito educativo, las niñas casadas rara vez se inscriben a la escuela, otras lo abandonan, y empiezan a asumir responsabilidades domésticas significativas; y con respecto a la economía, habría dependencia de la pareja, pérdida de la capacidad de autogestión y autonomía económica; y jornadas laborales domésticas sin reconocimiento ni valoración.

¿Es legal el matrimonio infantil?

El derecho a elegir y aceptar libremente el matrimonio está reconocido en el Artículo 16° de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, la cual admite que el consentimiento no puede ser “libre y completo” cuando una de las partes involucradas no es lo suficientemente madura como para tomar una decisión con discernimiento sobre su pareja[8]. Asimismo, la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer de 1979 estipula que “No tendrán ningún efecto jurídico los esponsales y el matrimonio de niños y se adoptarán todas las medidas necesarias, incluso de carácter legislativo, para fijar una edad mínima para la celebración del matrimonio y hacer obligatoria la inscripción del matrimonio en un registro oficial” [9]. Para esto, el comité menciona que la edad recomendada es de 18 años. Por lo tanto, el matrimonio antes de los 18 años sería una violación de los derechos fundamentales, ya que al celebrar un matrimonio sin el consentimiento pleno y libre de una o ambas partes o donde una o ambas partes no tienen la capacidad de separarse o de poner fin a la unión, por motivos como una intensa presión social o familiar, sería llamado un “matrimonio forzado”.

Pero, ¿qué sucede con las tradiciones religiosas o culturales relacionadas con el matrimonio infantil en otros países?

Si bien es cierto que el matrimonio infantil persiste en muchas culturas y religiones, no es correcto afirmar que el matrimonio infantil debe considerarse una práctica cultural o religiosa que deba protegerse y mantenerse. De hecho, según el informe “Prevención y eliminación del matrimonio infantil, precoz y forzado” de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, existen varios ejemplos de líderes culturales y religiosos que han adoptado una postura firme en contra del matrimonio infantil. Asimismo, respuestas de gobiernos como por ejemplo Australia, donde a través de su programa de apoyo a las víctimas de la trata de personas, ofrece servicios de apoyo a las presuntas víctimas de matrimonios forzados, o India que en 2006 aprobó la Ley de Prohibición del Matrimonio Infantil, la cual permite la intervención de los tribunales a través de órdenes de suspensión para detener matrimonios infantiles inminentes e imponer sanciones punitivas [10].

En conclusión, es inevitable pensar que cada familia tiene su propia tradición y costumbre que rigen su forma de vivir y expresarse en la sociedad; sin embargo, esas costumbres no pueden, ni deben, afectar a seres tan inocentes como lo son los niños. Si este problema puede afectar a un miembro de una familia real, es más que obvio que también afecta a niñas de familias comunes. Para esto, es necesario avanzar en el ámbito de la igualdad de género, pues las niñas pueden desempeñar un papel importante a la hora de poner fin al matrimonio infantil cuando sepan sus derechos y puedan tener acceso a todo tipo de oportunidades. Asimismo, los Estados deben asumir el rol de garante y proteger los derechos de estos niños pues, al fin y al cabo, y aunque suene muy cliché, son los adultos del mañana y el futuro de cada país.


[1] https://www.europapress.es/sociedad/noticia-paises-permite-matrimonio-infantil-20170928120843.html

[2] Convención de los Derechos del niño

https://www.un.org/es/events/childrenday/pdf/derechos.pdf

[3] NIÑAS ESPOSADAS Caracterización del Matrimonio Infantil Forzado en las provincias de Azua, Barahona, Pedernales, Elías Piña y San Juan

https://plan-international.org/sites/files/plan/field/field_document/planteamientos_2_arte_final_print.pdf

[4] https://ayudaenaccion.org/ong/blog/infancia/matrimonio-infantil-paises/

[5] MATRIMONIO INFANTIL, PRECOZ Y FORZADO LA EXPERIENCIA GLOBAL DE CARE

https://www.care.org/sites/default/files/documents/care_tipping-point_cefm_capacitystatement.spanish.pdf

[6] http://www.alertadigital.com/2013/09/10/una-nina-yemeni-de-8-anos-muere-en-su-noche-de-bodas-por-lesiones-sexuales-causadas-por-su-marido-un-hombre-de-40-anos/

[7] https://www.unfpa.org/es/resources/preguntas-frecuentes-sobre-el-matrimonio-infantil#

[8] https://www.unicef.org/spanish/protection/files/FactSheet_childmarriage_sp.pdf

[9] CONVENCIÓN SOBRE LA ELIMINACIÓN DE TODAS LAS FORMAS DE DISCRIMINACIÓN CONTRA LA MUJER

https://www.minjus.gob.pe/wp-content/uploads/2014/03/CONVENCION-SOBRE-LA-ELIMINACION-DE-TODAS-LAS-FORMAS-DE-DISCRIMINACION-CONTRA-LA-MUJER.pdf

[10] https://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/BDL/2014/9585.pdf

Fuente de imagen: Marie Claire

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