Denisse Paucar, estudiante de la facultad de Derecho de la PUCP y miembro del programa de desarrollo social de THĒMIS, Khuska
“Cuando era niño, jugaba en esta laguna. Era limpia, cazábamos chalhuas, pescaditos pequeñitos como las sardinas, habían patos silvestres, ranas […] ya no hay vida”
Humberto Grijalba, vecino de la comunidad campesina de Quiulacocha.
Lo sucedido con la laguna Quiulacocha representa únicamente una muestra del feroz paso de la minería en la ciudad ubicada a 4,380 metros de altitud: es una región que tiene concesionado el 74% de su territorio[1].
La ciudad de Cerro de Pasco ha sido reconocida, durante más de 400 años, por su historia y riqueza minera. Sin embargo, más allá de los múltiples reconocimientos otorgados a esta ciudad de la sierra central, no se existe una correcta diligencia y atención por parte de las empresas mineras y por las autoridades estatales hacia un desarrollo integral y sostenible. La contaminación ambiental, generada por impactos de la actividad extractiva minera, sigue latente y ha producido perjuicios irreparables en la población pasqueña. Más de 3,000 personas han sido diagnosticadas con plomo en la sangre y otros minerales, según el congresista electo por esta región, Carlos Simeon Hurtado[2].
Las problemáticas sanitarias causadas por los metales pesados en la salud de los/as residentes son múltiples y reconocidos por instituciones medico-científicas, tales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), agencias científicas gubernamentales internacionales, publicaciones en revistas médicas, entre otros[3]. No obstante, han sido escasas o nulas las medidas adoptadas por nuestras autoridades para atender las alarmantes cifras de contaminación y deterioro en la salud. Por este motivo, una vez más, el pasado mes de febrero, familias de Cerro de Pasco llegaron a Lima para exigir una respuesta por parte del Estado y solicitar que este asuma el tratamiento de los/as menores afectados/as. La contaminación en el aire, suelo y agua, provocada por la minera Volcan, ocasionó que los hijos e hijas de estas familias tengan leucemia, ello debido a que en su sangre se detectaron 12 metales pesados, como plomo y arsénico[4]. En este sentido, el presente contexto evidencia la necesidad de centrar también la atención en esta región, pues no solo se encuentran habitando un ambiente sumamente tóxico, sino que el desmedro a su salud y demás derechos fundamentales son irreparables.
Una historia con mucho que contar
Las problemáticas ambientales y de salud presentadas en Cerro de Pasco llevan ya muchos años siendo materia de estudio e investigaciones científicas. Una de las investigaciones más relevantes es la desarrollada por el Licenciado Flaviano Bianchini. En febrero del 2009, en la Universidad de Pisa – Italia, en coordinación con el Centro Labor (con la aprobación y autorización del estudio por el MINSA, por un Comité de Ética), se desarrolló la evaluación de la calidad de los recursos hídricos en la provincia de Pasco y de la salud en el centro poblado de Paragsha[5]. En dicha evaluación, se determinó la notable presencia de metales pesados en las muestras obtenidas y lo peligrosas que resultaban tanto para el ambiente como para sus habitantes. Asimismo, se estimó que habían más de 2000 niños y niñas intoxicados/as con plomo y otros metales, siendo el más afectado el distrito Simón Bolívar en Cerro de Pasco[6]. Desde entonces, y con la certeza del alto daño provocado por la contaminación minera, se adoptaron diversas medidas para que entidades del Estado, como el Ministerio de Salud, atiendan y mitiguen los perjuicios que sufriría la población pasqueña.
El reconocimiento de la emergencia en el aspecto ambiental debía ser abordada y reconocida por el Estado, por lo que el 10 de mayo del 2012, mediante Resolución Ministerial N° 117- 2012-MINAM, se declaró la Emergencia Ambiental en el nivel rojo significativo, por los impactos de la actividad extractiva minera[7]. Posteriormente, el 28 de setiembre del 2012, mediante Resolución Ministerial N° 267-2012-MINAM, la referida emergencia se prorrogó por 90 días más, y se incluyó a las comunidades de Yurajhuanca y Sacra Familia[8]. Con esta acción, se puso en conocimiento del gobierno central tanto del impacto ambiental en las poblaciones de Simón Bolívar, como la repercusión de la misma en la salud del resto de sus habitantes. Esta situación tiene como principales afectados/as a los niños y niñas intoxicados/as con metales pesados, al ser una población doblemente vulnerable.
Medio ambiente, parte del desarrollo íntegro de toda persona
La población de esta región ha coexistido con la actividad minera por muchos años, por lo cual, el desmedro en la naturaleza ha sido notorio y en perjuicio de sus habitantes. El artículo 2° de la Constitución Política del Perú reconoce como principio, en su inciso 22, que “(…) toda persona tiene derecho a gozar de un ambiente equilibrado al desarrollo de su vida”. En este sentido, parte de tal desarrollo humano está estrechamente relacionado con un medio ambiente adecuado. Sobre este punto, se debe mencionar que las principales cuencas hidrográficas y suelos de la ciudad de Cerro de Pasco y comunidades contiguas sufren los efectos de la contaminación minera. Además de que estos reciben descargas de las aguas residuales domésticas de la población urbana por la falta de sistemas de tratamiento.
En relación a la actividad extractiva que se ejecuta, se determinó que esta es realizada con métodos inadecuados y sin medidas de mitigación. Producto de la mala práctica, el deterioro del medio ambiente ha causado la infertilidad de los suelos agrícolas y pecuarios, erosión, e ingreso de contaminantes en la cadena alimentaria, con múltiples consecuencias negativas en la salud de la población[9]. El conjunto de estas acciones ha generado la contaminación del suelo, aire y agua. Puntualmente, la contaminación del agua, al ser este uno de los recursos naturales de vital importancia para el desarrollo íntegro de toda persona, resulta alarmante. Los resultados de los estudios realizados en el 2018 por Source International de Italia indican que el plomo no solo se acumula en los cuerpos de los organismos del suelo, sino también en organismos acuáticos.
Salud física y mental contaminadas
En un contexto como este, se denota la vulneración a derechos fundamentales reconocidos en la Carta Magna, como lo son la salud, la vida, el gozar de un ambiente equilibrado al desarrollo la misma, entre otros. En esta línea, cabe preguntarse cuáles son los prejuicios que se producen, para la salud, la convivencia de sectores de la población en un ambiente con alta explotación minera, y cómo. En las siguientes líneas, se desarrollará un análisis del impacto de estas actividades en la salud tanto física como psicológica de las personas en las zonas afectadas.
Por un lado, la contaminación que se ha producido en esta región, no es ajena a las problemáticas sanitarias latentes. Según el estudio realizado el 2018 por Source International, se determinó que las personas de Cerro de Pasco, sufren de enfermedades causadas debido al agua. Los resultados evidenciaron que no se cumple con los parámetros establecidos por el Ministerio del Ambiente y la OMS (según los informes institucionales), ya que, estos parámetros microbiológicos están por encima de los niveles permisibles. De igual manera, en los estudios previos de Source International y de otras institucionales nacionales e internacionales, se determinó que las aguas estaban contaminadas por metales pesados, productos de la explotación minera[10]. Estos datos manifiestan el constante peligro en el que se encuentran las comunidades afectadas, puesto que se trata de un recurso básico y utilizado cotidianamente.
El plomo (Pb) resulta ser un elemento químico particularmente peligroso, y se puede acumular en organismos individuales, pero también entrar y ser parte de las cadenas alimenticias, de forma que puede llegar a afectar a los seres humanos[11]. Puntualmente, este elemento químico puede causar enfermedades como la anemia, incremento de la presión sanguínea, daño a los riñones, abortos y diversos problemás en la salud y en la formación del feto, disminución de las habilidades de aprendizaje en los niños y niñas, perturbación en el comportamiento (agresión, comportamiento impulsivo e hipersensibilidad), entre otros[12]. Sin embargo, si bien este es el elemento que se presenta con mayor frecuencia, cuando de alteración a la salud se refiere, existen diversos metales pesados que causan, de igual manera, perjuicios significativos en la salud, como arsénico, mercurio, cadmio, entre otros.
La contaminación ambiental impacta negativamente en la salud de la población de toda una región, aunque de manera diferente y con mayor énfasis en determinados centros poblados, como Paragsha respeto a las demás poblaciones de Simón Bolívar. Asimismo, resaltan, como grupo doblemente vulnerable y más afectado, los niños y las niñas entre 5 – 8 años, que se encuentran en su plena fase de crecimiento[13].
Por otro lado, vivir en un ambiente de extracción minera trae consigo perjuicios en la salud mental de la población, puesto que hay una conexión entre el medio ambiente y la salud psicológica denominada “solastalgia”. La solastalgia se refiere a la angustia, el temor, la depresión inducida por el cambio ambiental que afecta a las personas mientras están directamente conectadas a su entorno familiar y entorno personal[14]. Alrededor a este tema, y en relación al ambiente minero, es pertinente mencionar la existencia de algunos conflictos que se producen en la salud mental:
- Upper Hunter en Australia: en un estudio, se pusieron a los/as residentes de un valle donde está ubicada la mina a cielo abierto en Upper Hunter, en comparación con los/as residentes de una zona agrícola cercana. En estos resultados, se observó un significativo estrés ambiental en el primer grupo, por estar expuesto al polvo, al ruido, a las vibraciones, a la pérdida de la vegetación y fauna, a los daños a los edificios y por estar sujetos a todas las demás consecuentes enfermedades[15].
- Appalachia en Estados Unidos: un estudio ha demostrado el incremento del 40% de casos de depresión en un territorio minero en Appalachia, respecto a una muestra de residentes en una zona no minera[16].
- Categoría de estresores psicosociales: características ambientales desfavorables donde viven las personas, tales como el ruido, la falta de ventilación, la falta de espacio, el polvo, la basura y el mal olor. Un estudio determinó que el 57,1% dijo experimentar bastante o mucha molestia con alguna de las condiciones referidas[17].
A partir de estos datos y demás pruebas, es posible entender que las actividades extractivas tienen un impacto en la psique de los individuos y no solo repercute en el aspecto socio-económico del área. Asimismo, la calidad ambiental está ligada a un determinado nivel de calidad de vida y bienestar, lo que incide ampliamente en la salud física y mental de las personas.
Finalmente, luego de un análisis de la actual situación que atraviesan diversas regiones de Cerro de Pasco, debo señalar que existe un riesgo considerable de exposición e intoxicación crónica al plomo, arsénico, mercurio, entre otros metales pesados. Esto se debe a la ingesta de agua contaminada no potabilizada, contaminación de suelos e inhalación del aire contaminado.
Respecto a las recientes protestas de familias de Cerro de Pasco, el jefe del Departamento de Pediatría del Instituto Nacional de Salud del Niño, Daniel Koc Gonzales, manifestó que sí existen planes para que los niños y niñas afectados/as reciban tratamiento. No obstante, este deberá de realizarse en Argentina, ya que el país no tiene un área de toxicología pediátrica[18]. Ello evidencia la incongruente situación en la que nos encontramos como país. A pesar de ser un país minero, siendo este uno de nuestros recursos, no contamos con políticas públicas ni planes de acción para lidiar tanto con las consecuencias ambientales, como con la salud de las personas expuestas a dicha contaminación. De manera que no estamos en las condiciones de atender cuestiones relevantes para el bienestar de toda una población en situación de vulnerabilidad debido a la contaminación ambiental y doblemente vulnerable, en el caso de los/as menores expuestos.
Por lo tanto, considero necesaria una actuación efectiva por parte del Estado, como el Ministerio de Salud y el Ministerio del Ambiente, para dar respuesta y solución a las numerosas familias que vienen siendo afectadas, ya sea con un plan de acción para mitigar los efectos de la contaminación, progresivamente, la adecuada reubicación de las familias a zonas libres de exposición u otras medidas. Asimismo, e independientemente de la medida que se tome, es indispensable una fiscalización constante del plan de acción, para un cumplimiento efectivo de la protección de dicha población vulnerable. Por último, se debe mencionar que es necesaria una pronta actuación del Estado respecto a estas familias, pues actualmente no solo están expuestas a la contaminación, sino que ahora también lo están frente al Covid-19, reciente pandemia en el Perú.
[1] https://larepublica.pe/domingo/1076205-cerro-de-pascoentre-el-polvo-y-el-mineral/
[2]https://www.youtube.com/watchtime_continue=296&v=9O46pWGuAxA&feature=emb_logo
[3]http://www.laborpascoperu.org.pe/images/adjuntos/Estudios%20Cerro%20de%20Pasco.pdf
[4] https://larepublica.pe/sociedad/2020/03/11/cerro-de-pasco-mineria-ninos-con-plomo-en-la-sangre-recibiran-tratamiento-en-argentina-minsa-atmp/?fbclid=IwAR0SsqE2oZ6rn8FgE6rkv-H9o8X9oBql5A_bOQxC333c4kroktqRupbNnHY
[5] http://laborpascoperu.org.pe/images/stories/Libros/Libro_Flaviano.pdf
[6] https://wayka.pe/cerro-de-pasco-ninos-intoxicados/
[7] http://www.minam.gob.pe/wp-content/uploads/2013/09/rm_117-2012-minam.pdf
[8] http://www.minam.gob.pe/wp-content/uploads/2013/09/rm_267-2012-minam.pdf
[9]http://www.laborpascoperu.org.pe/images/adjuntos/Estudios%20Cerro%20de%20Pasco.pdf
[10]http://www.laborpascoperu.org.pe/images/adjuntos/Estudios%20Cerro%20de%20Pasco.pdf
[11]http://www.laborpascoperu.org.pe/images/adjuntos/Estudios%20Cerro%20de%20Pasco.pdf
[12] Kyle Steenla – Paolo Bo etta. Lead and cancer in humans: Where are we now?, 2000
[13]http://www.laborpascoperu.org.pe/images/adjuntos/Estudios%20Cerro%20de%20Pasco.pdf
[14]https://www.researchgate.net/publication/5820433_Solastalgia_The_Distress_Caused_by_Environmental_Change
[15] Albrecht, G. (2012). Psychoterratic conditions in a scienti c and technological world. In P. H. Kahn, Jr., & P. H. Hasbach (Eds.), Ecopsychology: Science, totems, and the technological species (pp. 241–264.) Cambridge, MA: MIT Press
[16] Michael Hendryx and Kestrel A. Innes-Wimsatt . Increased Risk of Depression for People Living in Coal Mining Areas of Central Appalachia, 2013.
[17] Instituto Nacional de Salud Mental. Estudio Epidemiológico de Salud Mental en la ciudad de Cerro de Pasco 2013. Informe General. Anales de Salud Mental Vol. XXXII, Año 2016. Número 1.
[18] https://rpp.pe/lima/actualidad/cerro-de-pasco-cinco-ninos-con-plomo-en-la-sangre-viajaran-a-argentina-para-recibir-tratamiento-noticia-1250717?ref=rpp
Imagen fotografiada por Luis Javier Maguiña