Por Cristina Phicihua, alumna en la Facultad de Derecho de la PUCP y miembro de la comisión de Desarrollo Social en THEMIS, Khuska.
“No señor, los miles de peruanos y peruanas que hoy salimos a protestar no nos olvidamos que estamos en Pandemia. Sucede que 105 personas olvidaron que estábamos en democracias”.
– Edward Dyer
9 de Noviembre
El pasado 9 de noviembre de este año se convirtió en una de las fechas que se recordará más en nuestra historia peruana. Aquel día, el Congreso decidió vacar al ex presidente Martín Vizcarra por incapacidad moral de acuerdo al art. 113 de la Constitución; lo cual, fue considerado inconstitucional por varias personas expertas en el área y; sobre todo, por la población [1].
En realidad, se observaron innumerables indicios de la inconstitucionalidad de la decisión adoptada por el Poder Legislativo; entre ellos, el rápido actuar del Congreso tras escuchar apenas algunas horas la defensa del ex presidente. Asimismo, se observa la inconstitucionalidad en el uso de la vacancia por incapacidad moral, la cual es susceptible a diferentes interpretaciones, la forma en la cual pretendió erradicar la corrupción del gobierno sin la necesidad de investigar a más de 67 congresistas, entre otras actitudes.
Producto de las decisiones del Congreso y algunas del Gobierno en general, la población decidió ejercer su derecho a la protesta fuera y dentro de sus hogares, ya que recordemos que seguimos en una crisis sanitaria provocada por la COVID-19. Muchas personas decidieron expresar su negativa, ante las decisiones tomadas por sus representantes, mediante diversas publicaciones en redes sociales, carteles y banderas colgadas en los domicilios, cacerolazos diarios a las 8 PM, entre otras acciones; sin embargo, la actividad más resaltante son las marchas desarrolladas en todo el país.
Desde la noche del lunes 9 de noviembre, se desarrollaron diferentes protestas en todo los lugares del Perú y en diferentes horarios [2]. Según, medios locales, la protesta llevada a cabo el jueves 12 de noviembre fue una de las más multitudinarias de los últimos 20 años en la nación sudamericana. Aquella manifestación dejó a varios policías y civiles heridos e incluso se constató que un joven quedó grave estado de salud tras recibir un balazo durante la marcha [3]
El derecho a la protesta
El derecho fundamental a la protesta está regulado en el artículo 2°, inciso 12 de nuestra Constitución Política; también, en el artículo 15° de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y en el artículo 21° del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Este derecho permite que las personas puedan salir a las calles mediante marchas o simplemente alzar sus voces en contra de actos injustos, ilegales o inconstitucionales como se desarrolla en nuestro país actualmente. [4]
Asimismo, el Tribunal Constitucional lo describe como “la facultad de congregarse junto a otras personas, en un lugar determinado, temporal y pacíficamente, y sin necesidad de autorización previa, con el propósito compartido de exponer y/o intercambiar libremente ideas u opiniones, defender sus intereses o acordar acciones comunes” [5]
Del mismo modo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos define al derecho a la protesta como “la participación en manifestaciones, como ejercicio de la libertad de expresión y de la libertad de reunión, reviste un interés social imperativo y forma parte del buen funcionamiento del sistema democrático inclusivo de todos los sectores de la sociedad” [6]
En ese sentido, el derecho a la protesta es legítimo según nuestro ordenamiento y por normativa internacional; las cuales describen el derecho en sí y los límites que posee. Asimismo, es conveniente resaltar que, el derecho no puede ser vulnerado por el abuso policial tomando medidas desproporcionadas ante civiles sin protección.
La protesta para la supervivencia de la democracia
El legítimo derecho a la protesta ampara a otros derechos que son básicos para continuar con la democracia en cada país. Las diferentes luchas desarrolladas en Perú y en diferentes países tuvieron en gran medida la suficiente visibilidad para poder expresar el malestar, la indignación y las propuestas de la sociedad; con ello, cambiar las actividades y políticas que se tenían pensadas a favor de intereses personales y no en beneficio del interés social.
Las marchas son sumamente importantes; al protestar tratamos de incidir en la agenda y fomentamos el debate. Si bien es cierto las autoridades pueden tratar de ignorar las opiniones de la población, como sucede actualmente mediante represión constante, si gran cantidad de personas se suman a las protestas, entonces, en verdad las autoridades tendrán que escuchar los pedidos de las personas a quienes representan. En el contexto, aquello fomenta la discusión de varios temas, visibiliza la vacancia inconstitucional y las decisiones inconstitucionales, ilegales e ilegítimas que opta el Congreso y el Poder Ejecutivo.
Actualmente, los eventos políticos son totalmente imprevisibles; en realidad, las autoridades están decidiendo actividades y políticas sin considerar los intereses de la población, lo cual es inaudito ya que estas son por y para la sociedad. Por ello, mediante las manifestaciones multitudinarias se visibiliza la presión de la sociedad ante aquellas decisiones absurdas. Incluso, mediante las manifestaciones la población gana de formas que no se habían planeado. Por ejemplo, se logra la visibilidad y el apoyo internacional mediante compatriotas o prensa que demuestra lo que está sucediendo; también, se logra concientizar a las autoridades de las ineficaces decisiones como sucede con los y las congresistas que se están desvinculando de la vacancia elegida en un comienzo.
Entonces, si bien existían personas que se consideraban minorías, las cuales no poseen cargos en el Gobierno, pero mediante la protesta y la suma de la población en relación al malestar y la indignación se logra crear una lucha conjunta la cual visibiliza a nivel interno e internacional el pensar de la población, el cual debe ser analizado y acogido en las decisiones de las autoridades que representan a todas esas personas.
Abuso policial: las autoridades incitan al desorden indirectamente
Hasta el momento se describió la importancia del derecho a la protesta en las marchas que se dieron desde el lunes 9 de noviembre después de la vacancia. Si bien es cierto, toda la población tiene el derecho a la protesta; sin embargo, ciertas autoridades deciden reprimir la misma bajo diferentes actos y métodos; aquellos, relacionados al abuso policial que se observó por diferentes medios de comunicación; sobre todo, medios independientes.
El abuso policial es entendido como el aprovechamiento del cargo y atribuciones de la policía frente a personas en situación de subordinación como son los y las protestantes que no poseen mayores armas o protecciones para poder combatir contra el poder de las autoridades. Si bien es cierto, hablar de este tema es complicado, ya que en la teoría no debería existir el abuso policial; sin embargo, se refleja el mismo todos los días en las marchas que se dan.
En la actualidad, varios medios de comunicación independientes publicaron diferentes imágenes o videos que demuestran la represión con violencia policial de las marchas en donde miles de personas concentradas sufrieron de disparos indiscriminados, bombas lacrimógenas, disparos dirigidos, violencia por parte de personas camufladas entre civiles (ternas), disparos de perdigones, entre otros acontecimientos.
Es claro que, los y las agentes policiales que asisten a las marchas no pueden utilizar violencia para reprimir a las personas que manifiestan; sin embargo, se observó en innumerables protestas que se incentivaba indirectamente al descontrol de las manifestaciones por parte de los y las agentes policiales para poder reprimir a manifestantes de manera más rápida y eficaz según una concepción totalmente violenta.
Para poder reprimir las manifestaciones, se observaron que se utilizó principalmente dos métodos. Por un lado, se desplegó gases y bombas lacrimógenas con la finalidad de poder crear avalanchas de personas que huyeron, las cuales se encuentran desesperadas por los efectos que suscita en sus organismos. De esa manera, se provoca el tumulto y desesperación, el cual da lugar a poder utilizar la violencia por parte de los y las agentes policiales para “estabilizar” todo. Este método no solo daña a los y las manifestantes que se encuentran es el espacio, sino que también lastiman a niños, niñas, jóvenes, comerciantes, personas con discapacidad o personas adultas mayores que se encuentran cerca.
Por otro lado, se utiliza el despliegue de agentes del Grupo Terna en las protestas, quienes se visten de civiles para poder infiltrarse en las marchas y poder desarticular constituyendo una vulneración al derecho de la protesta antes descrito. Aquellos y aquellas agentes policiales infiltrados e infiltradas logran realizar ciertas actividades para luego poder detener a manifestantes; lo cual, es calificado como delito según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. [7]
Es cierto que aquellos dos métodos no son los únicos, pero son los más utilizados. En relación a ello, hace poco, el nuevo ministro del Interior Gastón Rodríguez descartó que los y las agentes policiales estén utilizando estos métodos o similares, sin embargo, las imágenes y videos que se muestran en medios de comunicación independientes afirman la violencia policial que se vive en cada protesta sin respeto a los derechos fundamentales. Tenemos que dejar en claro que si bien, hay una confrontación por parte de los y las gentes contra los y las manifestantes; sin embargo, la policía indudablemente tiene un equipamiento apropiado para ese tipo de ocasiones en donde en realidad existe una relación totalmente asimétrica.
Finalmente, la mayoría de actividades utilizadas para reprimir las protestas son usadas por las autoridades para poder intervenir y detener a manifestantes. Con lo visto últimamente, se puede afirmar que en innumerables ocasiones se estuvo utilizando las detenciones arbitrarias, en las cuales las personas quedaban incomunicadas por cierto tiempo, no se identificaban a los y las agentes policiales que intervienen, se encontraba otro tipo de abuso de autoridad al detener a las personas mediante insultos, golpes o maltratos; entre otras actividades que demuestran la vulneración de los derechos fundamentales.
CONCLUSIONES
Actualmente, nos encontramos en un contexto excepcional, en el cual es necesario que la población pueda dar su opinión y expresar su malestar e indignación ante las autoridades mediante el ejercicio del derecho a la protesta que como se logró observar es reconocido por normativa interna e internacional.
En las últimas marchas, se ha podido observar la participación de diversas generaciones, las cuales se unen y coordinan para poder formar una sola voz ante las autoridades inconstitucionales e ilegítimas que por el momento nos gobiernan. Sin embargo, existen innumerables casos de personas heridas, aisladas, desaparecidas por largos tiempos e incluso detenidas ilegalmente; aquello en relación a la grave represión a las manifestaciones por medios indirectos de las autoridades, las cuales esperemos que sean debidamente juzgadas.
A pesar de todo, debemos, como ciudadanía, organizarnos y alzar una misma voz ante autoridades que no nos representan y que solo buscan el interés particular. Por todo ello, esperemos que toda la población se sume de alguna medida y poder cambiar la crisis en la que nos encontramos lo antes posible.
«Este trabajo fue hecho mientras nos asesinaban»
[2] https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-54924923
[3] https://limay.pe/actualidad/manuel-merino-joven-vida-muerte-recibir-balazo/
[4]https://www.enfoquederecho.com/2018/01/11/protestar-no-es-un-delito-es-un-derecho/#_ftn3
[5] https://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2005/04677-2004-AA.pdf
[6] http://www.cidh.org/countryrep/venezuela2009sp/VE09CAPIISP.htm#II.D
[7] http://www.oas.org/es/cidh/expresion/publicaciones/ProtestayDerechosHumanos.pdf
Cierto es que nuestra Constitución proteje El derecho de las manifestaciones, siempre y cuando estas sean , PACÍFICAS, sin dañar la propiedad privada y sin dañar la integridad de otro grupo de personas que no piensan como tú y que no por iniciativa propia, sino por ORDENES, deben cuidar y prervar el ORDEN PÚBLICO, porque precisamente ésa es su función, es lo que la ley les manda.
Enfocas el problema sólo desde un punto de vista UNILATERAL, es decir de los agredidos, de las víctimas, de los que estaban allí por » casualidad». Yo te pregunto acaso los policías no son peruanos, acaso no tienen familia, madre, mujer hijos qué incluso son estudiantes universitarios ????. Acaso ellos no forman parte integrante de nuestra sociedad o es que un kg de papa o carne cuesta menos para los policías ??? o quizás piensas que tienen como hobby la agresión ???.
Y qué dices cuando las calles se llenan de piedras, botellas y otros objetos contundentes; crees que los policías llevaron todo ése material para jugar «mundo» seguramente. Tu análisis debería ser más amplio y llegarás a la conclusión que los culpables son los GOBERNANTES DE TURNO (Divide y Reinarás), son ellos los que crean leyes que se adaptan a sus necesidades y a sus intereses y nunca se interesaron por las necesidades y el bienestar del pueblo. Hace recordar a los españoles cuando llegaron a conquistarnos con la biblia en mano, se la entregaron a Atahualpa.en ése libro de los 10 mandamientos y el quinto, NO MATARAS, y ése día mataron a más de 3,000 indios.
Disculpa que quizás mi apreciación no la pueda sustentar mejor, pero son los hombres que conducen a una nación, quiénes determinan el desarrollo y bienestar de sus pueblos. Por eso los peruanos debemos recordar siempre al MEJOR PRESIDENTE DEL PERU: ARQ. FERNANDO BELAUNDE TERRY.