Por Claudia Martínez, asociada senior del área Corporativa y Comercial y del área de Inversiones Asiáticas en Rodrigo, Elías y Medrano Abogados.

¿Alguna vez te has preguntado por qué hace algunos años la mano de obra en China era tan barata?  ¿has escuchado hablar de chinos trabajando todo el día y compartiendo un mismo cuarto con otros trabajadores solo para dormir y al día siguiente volver a trabajar? ¿acaso esas personas no tenían familia o casa? Pues, déjame decirte que, si la tenían y si trabajaban de esa manera era debido a, entre otros factores, un sistema de registro de población llamado “Hukou”.

Este sistema del que les hablo fue instaurado en China hace ya más de 60 años, y fue una de las tantas herramientas del partido comunista mediante la cual se daba un control geográfico, político, económico y social que, en términos generales, obligaba a las personas que nacían en una localidad a quedarse y hacer su vida en dicha localidad.  Mediante este sistema el gobierno chino pudo contar (y cuenta) con una base de datos de todos los ciudadanos chinos donde se consigna información demográfica básica de cada individuo como: nombres y apellidos, dirección, actividad, religión, descripción física, estado civil, número de hijos, lugar de trabajo, etc.

Haciendo una analogía, podríamos decir que este sistema se asemeja a lo que se da en Estados Unidos respecto de los inmigrantes extranjeros ilegales pues, si los ciudadanos chinos que se movilizan dentro de China no cuentan con el Hukou adecuado, no tendrán los mismos derechos que los residentes que si cuentan con dicho Hukou.  Es decir, si algún ciudadano decide mudarse a otra ciudad, encontrará varias trabas y dificultades, pues para poder tener un trabajo “legal”, comprar una casa o poner a su hijo a una escuela de la localidad, tiene que contar con un Hukou que les permita hacer eso.  Si bien, en los últimos años este sistema ha venido reformándose periódicamente, la brecha de oportunidades que hay entre residentes urbanos o rurales continua.

En este artículo vamos a explicar brevemente los puntos más importantes de este sistema.  En la primera parte de este artículo vamos a explicar cómo se instauró este sistema en China, y en la segunda parte describiremos cuál es la situación actual de este sistema y qué reformas se están planteando.

¿Cómo se instauró este sistema en China?

Si nos remontamos a los años 50’, tenemos que la República Popular China era principalmente agraria, sin embargo, una de las principales medidas tomadas por el gobierno chino de ese entonces fue acelerar la producción de industria pesada restando importancia a la producción agrícola.  Para poder sostener esta iniciativa, el gobierno comunista de esa época creó un sistema que restringía la mano de obra en agricultura y limitaba la movilización de esa mano de obra del campo a la ciudad.

Si bien los residentes rurales podían viajar a otras ciudades, lo que podían hacer una vez llegaban a una ciudad distinta a la de su registro era muy limitado, pues no podían acceder a educación, empleo, servicios alimentarios, atención médica y otros servicios públicos a menos que cuenten con un Hukou que lo permita.

Una consecuencia del sistema Hukou es que este beneficiaba (y aún lo hace) a las personas que viven en ciudades más grandes y presenta desafíos sustanciales para quienes viven y trabajan en áreas rurales. Esto se hizo evidente durante la Gran Hambruna de 1959.  Las personas que tenían Hukou rurales fueron trasladadas a trabajar en granjas comunales y, mientras que la mayor parte de la producción se entregó a aquellos con Hukou urbanos y otros residentes de las ciudades más grandes del país, los residentes rurales no recibían ningún beneficio, es más, los residentes rurales estaban obligados a pagar más impuestos por esos productos, lo que provocó una grave hambruna para esos residentes rurales.  Solo cuando esta crisis se sintió en las áreas urbanas, el gobierno actuó para mejorar la situación.

En la década de 1970, cuando China atravesaba reformas “capitalistas”, alrededor de 260 millones de pobladores rurales viajaron ilegalmente a las ciudades con la intención de acceder al desarrollo de la economía que se disfrutaba en las áreas urbanas. Muchos fueron objeto de discriminación e incluso encarcelamiento, sin embargo, a pesar de ello, continuaron viviendo en barrios pobres de esas áreas urbanas.  A medida que pasaban las décadas y China comenzaba a industrializarse, el sistema Hukou se reformó para adaptar su estructura al nuevo estado económico. En 1984, el Consejo de Estado permitió condicionalmente que los campesinos ingresaran a las ciudades comerciales de todo el país.  Estos residentes obtuvieron acceso a un nuevo tipo de permiso que se denominó Hukou de “granos alimenticios autoabastecidos”. Los requisitos para recibir este permiso incluían que el residente debía trabajar para una empresa china, tener alojamiento en la ciudad y tener la capacidad de proporcionar su propio “grano”.

A principios de la década de 1990, la República Popular de China lanzó otro permiso que se denominó Hukou «sello azul». Este Hukou estaba disponible para una población más amplia y permitía a los ciudadanos migrar legalmente a ciudades más grandes. Estas ciudades incluyen las Zonas Económicas Especiales de China que se conocen como paraísos fiscales para los inversionistas extranjeros. La elegibilidad para este Hukou se limita principalmente a los residentes con relaciones directas con inversores locales y extranjeros.

Después de que China ingresó a la Organización Mundial del Comercio en 2001, el sistema Hukou de China experimentó un duro golpe después de que el sector agrícola del país se viera afectado por la competencia extranjera y la pérdida masiva de puestos de trabajo. Las regulaciones en torno a los permisos de trabajo se relajaron para adaptarse a este cambio cultural y económico.  En 2003, el gobierno chino hizo cambios en la forma en que los inmigrantes ilegales debían ser detenidos y procesados. Este cambio fue el resultado de un caso, muy sonado en ese momento, donde un graduado universitario fue arrestado y puesto bajo custodia y posteriormente golpeado hasta la muerte por trabajar ilegalmente en Guangzhou sin tener un Hukou adecuado.

¿Cuál es la situación actual de este sistema y qué reformas se están planteando?

En su versión actual, el Hukou cumple tres funciones principales: el control de la migración interna, la gestión de la protección social y la preservación de la estabilidad social.

Actualmente, las reformas del Hukou siguen siendo descentralizadas.  En las ciudades medianas, los migrantes podrán optar por un Hukou urbano si obtienen un empleo estable durante tres años y han participado en el régimen de seguridad social durante varios años. Estas nuevas reglas también limitan el alcance de los programas de intercambio de tierras rurales por un Hukou urbano.  Asimismo, la reforma de la política de Hukou ha seguido cambiando en una dirección que facilita a los trabajadores migrantes la conversión de su estatus de Hukou. Dado que las tierras agrícolas siguen aumentando de valor, los propietarios de Hukou rurales dudan en separarse de su estatus de Hukou agrícola a cambio de un Hukou urbano cada vez más común.  Es importante mencionar que la falta de movilidad de los empleados chinos debido a las restricciones de Hukou, ha generado que la fuerza laboral china se haya reducido desde 2011, lo que ha puesto a prueba la economía y ha provocado un aumento significativo de los costos de mano de obra.

A pesar de los cambios antes mencionados, el sistema actual de Hukou sigue imponiendo una diferenciación económico-política entre los poseedores de un Hukou urbano y un Hukou rural. Se dice que restringe numerosos privilegios para los habitantes «reales» de la ciudad, incluida una cuota predefinida de plazas en las universidades, el acceso a determinados trabajos y las prestaciones por desempleo. La ciudad de Guangdong es una excepción a esta norma, donde hay reformas en curso que tienen como objetivo extender estos beneficios a los migrantes, incluido el acceso a un fondo de vivienda, vivienda pública y servicios financiados con fondos públicos de mejor calidad.

Finalmente, es necesario mencionar que, a pesar de los desafíos que la pandemia global ha impuesto a la economía de China, ha habido un beneficio inesperado del COVID-19 en el sistema Hukou de China, pues los gobiernos centrales y locales de China se han enfocado más en llevar a cabo la reforma del Hukou. A medida que la economía está tratando de recuperarse, la reforma del Hukou puede ser una forma de beneficiarse de los impulsos económicos que puede proporcionar tanto a nivel local como a nivel nacional.  Sin una reforma adecuada del sistema de Hukou, se vuelve difícil para los migrantes regresar a su trabajo en las ciudades urbanas. Con la pandemia de COVID-19, China se ha visto obligada a acelerar las reformas del Hukou para aliviar los problemas persistentes que surgen por que los trabajadores migrantes deben vivir en ciudades alejadas de donde trabajan.

Bibliografía

Financial Times, The chop reigns in corporate China, June 2020,

https://www.ft.com/content/349b35b7-1516-4d63-8d6c-4a04dc95f9a2

China Briefing, Company Chops in China: What are they and how to use them, 2020

https://www.china-briefing.com/news/company-chops-in-china/

Guanghua Yu, The development of the Chinese Legal System: Change and Challenges, 2011

Donald C. Clarke.  The China Quarterly Special Issues, Nr. 8.  China´s Legal System: New Developments, New Challenges, 2008

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