De regreso de una estancia académica en el extranjero, me encontraba muy entusiasmada de volver al trabajo y en especial al litigio. Una conocida empresa tenía un nuevo caso, por lo que me ofrecí a apoyar en el mismo y acudí a una de las diligencias programadas. En cuanto me presenté ante el juez como abogada de la empresa y extendí mi mano para saludarlo, me la jaló para que me acercara más y poder saludarme con un beso. Teniendo ya algo de experiencia en litigios penales, durante toda la diligencia me concentré en lo que me había preparado para hacer: sostener la ausencia de imputación objetiva por autopuesta en peligro de la víctima del caso para fundamentar la atipicidad de la conducta que se atribuía a mi cliente.
Una de las sagas más emocionantes de Dragon Ball fue la del Ejército de la Patrulla Roja. Este “ejército” era una organización criminal que se encontraba al mando del Comandante Red y que tenía como supuesta finalidad el control del mundo[1]. Con el objetivo de alcanzar su sueño, el Comandante Red promovió que todos los miembros de la Patrulla Roja se dedicaran a buscar las esferas del dragón. Esta meta debería ser alcanzada sin importar los medios utilizados. En este sentido, los miembros inferiores y medios de la Patrulla Roja cometieron diversos crímenes (homicidios, múltiples tentativas de homicidios, quemas de bosques, violaciones de domicilio, secuestros, daños a la propiedad privada, etc.). En el presente artículo analizaremos la responsabilidad penal del comandante Red sobre los hechos cometidos por los miembros de la Patrulla Roja desde la teoría de la autoría mediata.
Enfoque Derecho presenta una nueva edición del Versus, una confrontación de ideas, entre Roberto Pereira, abogado y magíster en Derecho Penal, y Erick Iriarte, abogado y socio de Iriarte y Abogados, donde discuten acerca de la promulgación del Decreto Legislativo N° 1182, más conocido como Ley de geolocalización.