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ED: Con respecto al capítulo 18° del TLC con Estados Unidos, donde ambas partes se comprometen a no debilitar la legislación ambiental para aumentar las inversiones, ¿qué opina sobre esto en relación al Paquetazo Ambiental? IL: Hay que entender el sentido de esa norma, ella hace referencia al nivel de protección y que éstos no pueden ser disminuidos para favorecer el comercio y la inversión. Lo que ha hecho el Estado es dictar una ley de promociones e inversiones, y en un capítulo de ésta se señala las promociones e inversiones en materia ambiental. Así, el Estado reconoce que está haciendo cambios en la legislación para promover las inversiones. Entonces, qué cosa hay que probar en un eventual marco del TLC. Hay que probar que es una medida de dumping ambiental, esto quiere decir que, cuando se firmó el TLC había una preocupación en Estados Unidos de que el Perú no tuviera ningún interés en política ambiental y que esta fuera una ventaja desleal del Perú frente a Estados Unidos, porque mientras una fábrica de Estados Unidos tiene que cumplir con una serie de requisitos ambientales para operar, en el Perú al tener una regulación más laxa entonces podría operar con menos costos y una empresa posiblemente podía decidir que en vez de estar en Estados Unidos me voy a Perú y al tener un TLC produzco acá y luego vendo allá.
EnfoqueDerecho (ED): El día de ayer escuchamos el mensaje presidencial y en materia de cultura y medioambiente, poco se dijo. ¿A qué se debe? ¿Falta de compromiso del gobierno? Iván Lanegra (IL): Si uno hace una revisión de los mensajes presidenciales en la historia esos no son precisamente temas que hayan estado presentes. No obstante, hay que decir había cierta expectativa por que fuesen incluidos en el mensaje principalmente por un par de razones: por la Cumbre COP20, probablemente la más importante en materia ambiental. Hubiera sido interesante que el Presidente indicara que a pesar de las recientes reformas en materia ambiental –o sin siquiera mencionarlas- reafirmaba el compromiso del gobierno con el medio ambiente y que eso se iba a reforzar en el marco de la COP20. Y respecto del tema cultural, este ha estado prácticamente ausente en todos los mensajes de Humala, quizás tenía una oportunidad en el contexto de esta visión que al inicio del mensaje planteó de una mirada de largo plazo al bicentenario.
ED: Los programas impulsados por el Ministerio del Interior fueron mencionados con la intención de calmar a la población respecto de la inseguridad ciudadana. No obstante, no se habló de medidas específicas para combatir la corrupción dentro de la Policía Nacional, problema claramente evidente. ¿Por qué se está dejando de lado este tema? CM: Porque no se sabe qué se va a hacer ahí. Seguridad en general fue el aspecto mas pobre del discurso y esto se debe a que no se tiene una idea clara sobre qué hacer. Para llevar adelante algunos temas como la lucha contra la corrupción, la descentralización o el fortalecimiento de los partidos políticos, se requiere reformas estructurales de verdad, plantear una reforma política a largo plazo. No puedes solucionar el problema de la corrupción, de gobiernos regionales o de los casos de la filtración de poderes ilegales como el de Lopez Meneses y otros, sin hacer una reforma estructural de largo plazo.
ED: Hasta el día de ayer, la aprobación de Humala según GFK era de un 22%, once puntos porcentuales menos que en julio del año pasado, lo que “se dice” responde al sinnúmero de crisis que ha afectado la imagen del Ejecutivo y, en general, la gestión del presidente. ¿Por qué la baja de su popularidad? ¿Cree que incrementará? El tercer año es normalmente el de más baja aprobación. En realidad, el de todos los gobernantes, con un 20% o 30% en promedio -con Toledo fue mucho peor-. Ya pasó el momento más difícil del gobierno de Humala. Además, se viene un semestre electoral. El 2015 es un año preelectoral, entonces los focos de atención no estarán sobre él, sino sobre las elecciones. Por lo tanto, al darle menos visibilidad, si sabe manejar bien esa distancia con los medios de comunicación, le va a permitir subir su aprobación presidencial.
Este 28 de julio el Presidente Ollanta Humala dirigirá su mensaje a la Nación. Es un momento propicio para que el gobierno anuncie las principales políticas que serán implementadas de cara a futuro para reactivar la economía, combatir la inseguridad ciudadana y fortalecer el sistema de justicia. No obstante, pese a la importancia de los sectores mencionados, la actual gestión presidencial no debe descuidar, particularmente, la cartera de cultura, de la cual poco se ha dicho. A propósito de ello, el presente editorial busca destacar la importancia de la cultura como política de Estado, además de identificar los principales puntos del sector que consideramos debieran estar presentes en el discurso presidencial.
Sobre la mejor medida, creo yo que es difícil tratar de identificar una, por lo menos en este momento. Considero que, en conjunto, el haber dado marcha atrás con el plan de la gran transformación ha sido lo mejor que ha hecho y esto se ha dado en una serie de frentes donde no sucedieron cosas que se anunciaban que iban a suceder. No hubo nacionalizaciones, no hubo lo que se temía acerca de los ahorros de las AFPs, una serie de cosas de las gran transformación no ocurrieron y básicamente se ha mantenido la misma política económica de los últimos tres gobiernos. Yo creo que eso ha sido lo más positivo.
El viernes 18 de julio se realizó la presentación formal del Plan Nacional de Derechos Humanos 2014-2016, lo particular de esta ceremonia de presentación es que contó con la presencia de todos los ministros de Estado. Dicha presencia apuntaba a asumir ante la ciudadanía un compromiso integral para el respeto y cumplimiento de las metas trazadas en el Plan.
Entrevista a Javier Neves, profesor de la Facultad de Derecho de la PUCP, especialista en temas laborales, ex Ministro de Trabajo y Promoción del Empleo.
Hace más de tres años, las peruanas y peruanos elegimos a Ollanta Humala Tasso como presidente del Perú y al equipo que lo acompañaba en el gobierno. Las promesas sobre seguridad ciudadana apuntaron alto. Por esa razón, pero también por los magros resultados y la inestabilidad y desinteligencia, la delincuencia e inseguridad han cobrado varias víctimas en nuestro país desde el 2011. Entre esas víctimas está la popularidad del mismo presidente.

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